El día en que abres tu llamamiento misional es un día que nunca olvidarás. Ya sea que hayas leído tu llamamiento en privado o rodeado de tu familia y amigos, probablemente te puedas familiarizar con la mayoría de estas etapas de apertura de un llamamiento misional.
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1. Mientras esperas tu llamamiento misional, experimentas cambios dramáticos de humor antes y después de que revisas tu correo electrónico.

2. Cuando llega el correo electrónico que contiene tu llamamiento misional, no puedes contener la emoción.

3. Reúnes a toda tu familia para leer el correo electrónico, pero luego tienes que esperar que todos aparezcan.

4. Mientras esperas, todos te preguntas si estás nervioso e intentas actuar calmado.

5. Ves la cara de tu hermana menor y lo emocionada que está por apoderarse de tu habitación una vez que te vayas.

6. Tu familia y amigos lanzan un gran grito de alegría después de que lees tu asignación.

7. Te llaman a servir a un lugar que nunca imaginaste.

8. Cierras la puerta después de que todos se van e, inmediatamente, comienzas a bailar de felicidad.

9. Mientras, tu papá comienza a buscar todo acerca del lugar donde servirás tu misión, desde el promedio de lluvias hasta el índice de criminalidad.

10. Desaparece la emoción y comienzas a asimilar la realidad de lo que acaba de suceder, y empieza el pánico.

11. Pero, luego recuerdas por qué irás y comienzas a bailar de felicidad otra vez.

Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Emily Abel y fue publicado en ldsliving.com con el título “The 11 Stages of Opening Your Mission Call”.



