Desde el 28 de diciembre de 2019, más de 500 temblores han sacudido a Puerto Rico hasta el terremoto de 6,4 grados de magnitud que azotó a la isla caribeña, el martes 7 de enero.
Las réplicas del terremoto continúan asustando a las personas en Puerto Rico
Puede no registrarse como una gran catástrofe porque ha habido relativamente pocas muertes o lesiones graves, pero debido a la incesante actividad sísmica en los últimos días, las personas que viven en el extremo sur de la isla siguen asustadas y desesperadas.
Hoy, 10 de enero, el élder Jorge M. Alvarado, Setenta Autoridad General y consejero de la presidencia del Área del Caribe, viajó por esos municipios con docenas de cobertizos de refugio que las personas necesitadas utilizarían tan pronto como esta noche.
En una entrevista telefónica para ChurchNews, su voz se quebró de emoción cuando compartió relatos de entregar lonas y otras provisiones a personas que están asustadas y desprotegidas.
Los puertorriqueños son personas resistentes, señaló. “Pero cuando vas a sus hogares, puedes ver la agitación emocional, especialmente con los niños”.
La ayuda de la Iglesia a las víctimas del terremoto en Puerto Rico
Frente a esta situación los líderes, misioneros y miembros de la Iglesia de Jesucristo en Puerto Rico están prestado ayuda y consuelo.
Se han proporcionado fondos de la Iglesia para comprar alimentos, agua potable, artículos de higiene y otros artículos no alimentarios. Equipos de misioneros están trabajando con los socios locales de ayuda humanitaria para construir grandes carpas que puedan albergar hasta 10 personas.
Los supermercados generalmente han permanecido abiertos, por lo que los líderes locales del sacerdocio y de la Sociedad de Socorro están comprando provisiones localmente y distribuyéndolas donde sea necesario.
Y, no es de extrañar, los miembros y misioneros se ponen chalecos amarillos de “Manos que ayudan” y se unen en proyectos de servicio. Mientras tanto, los profesionales de salud mental proporcionados por la Iglesia están disponibles para ayudar a los Santos de los Últimos Días a enfrentar la crisis actual.
Además, hoy la Iglesia de Jesucristo ha aprobado un fondo de contingencia de cien mil dólares para la compra de artículos de primera necesidad que serán distribuidos entre las comunidades afectadas.
Fuente: The Church News