Pregunta
¿Por qué decidimos con quién estaremos por “toda la eternidad” en un estado de existencia en el que tenemos el velo y todavía estamos desarrollando y cambiando quiénes somos además de ser muy inexpertos en nuestra comprensión y aprendizaje?
Estoy casada y a medida que pasa el tiempo me doy cuenta de cuán diferentes son las creencias y los deseos que tenemos mi esposo y yo. Me desanima pensar que desperdicié mi “única” oportunidad de escoger con quién casarme. Ojalá pudiera tener una segunda oportunidad. Pero, es imposible saber qué sucederá en el futuro. ¡Esto me parece muy injusto!
Ana
Respuesta
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Querida Ana,
Todo lo que puedo ofrecerte es mi punto de vista, pero si te interesa saber lo que pienso, te lo diré. Ahora, cabe señalar que no soy terapeuta ni consejero de parejas, lo que te ofrezco es lo que he aprendido a lo largo de mis años de vida.
Primero, lamento que no te sientas feliz con el matrimonio que tienes ahora. Una de las dificultades del hombre natural es que tiene la tendencia a creer que permanecerá para siempre en el estado en el que se encuentra ahora.
Cuando somos jóvenes, estamos enamorados y elegimos una pareja, creemos que siempre nos sentiremos muy enamorados. Por otro lado, cuando somos infelices, todo lo que podemos ver es infelicidad. Pero, esta idea de emoción estática se encuentra muy lejos de la verdad. Las emociones se parecen a las olas del mar, van y vienen, cambian.
El hecho de que no seas feliz ahora, no significa que siempre estarás así. La mayoría de los matrimonios pueden mejorar. Pero, se necesita mucho trabajo para lograrlo. He visto a parejas esforzarse en tiempos difíciles para ser muy felices.
Creo que todo se trata de eso, esa es la razón por la que nos casamos jóvenes. Es un poco sobrecogedor que los jóvenes elijan una pareja de por vida (y ni que decir por la eternidad) cuando son tan inexpertos y, a menudo, ni siquiera se conocen a sí mismos. Sin embargo, eso es lo hermoso del matrimonio.
Sin mencionar algunas excepciones, como el abuso y el adulterio, creo que la lucha es una de las principales razones del matrimonio. Se puede evidenciar un tremendo crecimiento y amor, que puede venir de trabajar juntos en los tiempos difíciles.
A veces, esos tiempos difíciles son “externos”, en este caso no me refiero a la relación en sí, sino a la enfermedad, los problemas económicos, los problemas familiares, etc. En otras ocasiones, los tiempos difíciles son internos, con esto quiero decir que el matrimonio en sí es una fuente de pruebas y, a veces, también de gran dolor y lucha.
Recuerda, Ana, vinimos a este mundo para progresar y aprender las lecciones que necesitamos para ser más como el Padre Celestial y el Salvador. Lidiar con un matrimonio difícil puede ser una forma de lograr ese objetivo. Si, es doloroso. La mayoría de las oportunidades de progreso son dolorosas.
Mi sugerencia para ti es que primero luches contra la falsa idea de que lo que sientes ahora sobre tu matrimonio y tu cónyuge es lo que siempre sentirás. El Señor sanó a los que no podían caminar y a los que no podían ver, así que también puede sanar los corazones y los matrimonios. Recuerda que “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” nos aconseja:
“La felicidad en la vida familiar tiene mayor probabilidad de lograrse cuando se basa en las enseñanzas del Señor Jesucristo”.
Confía en Él. Busca mejorar tu relación con Cristo y el Padre Celestial. Buscar hacer Su voluntad y en esa búsqueda, pregúntales qué quieren que hagas con respecto a tu matrimonio. Entrégale tu corazón y tu disposición a trabajar, y observa cómo se dan los milagros.
¡No pierdas la fe! La necesitas para mejorar las cosas, mucha fuerza.
Fuente: Askgramps.org