Pregunta
Hola,
Estaba reflexionando sobre lo que les sucede a aquellos que han pasado por el velo y cuyas ordenanzas se realizan a través de la obra vicaria. Me pregunto si todavía pueden obtener la gloria celestial si no han vivido el Evangelio en vida, pero deciden aceptarlo en el mundo de los espíritus.
Si tuvieron una vida no tan buena, pero se arrepienten al otro lado del velo, ¿aún hay algo que puedan hacer para ganar la gloria celestial, incluso si en vida cometieron pecados graves?
María Antonia
Respuesta
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María Antonia,
Haces una pregunta interesante. Sin embargo, me temo que el título que usaste es un poco confuso y esa es la clave para responder a tu pregunta.
Ninguno de nosotros “gana” la Gloria Celestial. No existe ninguna forma en el mundo en que podamos ganarla. Todas las declaraciones a ese efecto son figuradas o simplemente son abreviaciones de los principios doctrinales más profundos detrás de la Expiación y el arrepentimiento.
Por otro lado, planteas la seria pregunta de si las personas que cometieron muchos pecados en esta vida y aceptan la palabra de Dios después de esta vida podrían ser completamente perdonadas. Ciertamente esperamos que sí.
Una de las lecciones de la parábola del “hijo pródigo” es lo orgullosos que pueden ser aquellos que se consideran “más justos” que sus semejantes que pecaron. Esta es una forma errónea de observar esta situación. Recuerda que AMBOS hijos cayeron y se perdieron. No solo el hijo pródigo. Además, a AMBOS los envolvía el poder de la Expiación.
Excepto por los pecados más graves, todos los pecados pueden ser perdonados a través de la fe, el arrepentimiento, el bautismo y la recepción del Espíritu Santo. Es el don del arrepentimiento lo que nos permite aprovechar la Expiación del Salvador para recibir el Reino Celestial.
La otra parte confusa de tu pregunta es que parece “demasiado fácil” arrepentirse más allá del velo. Veamos Alma 37:46:
“Oh hijo mío, no seamos perezosos por la facilidad que presenta la senda; porque así sucedió con nuestros padres; pues así les fue dispuesto, para que viviesen si miraban; así también es con nosotros. La vía está preparada, y si queremos mirar, podremos vivir para siempre”.
A veces, parece que debido a que tenemos el don del arrepentimiento, tendemos a que este orgullo llegue a nuestros corazones. En cambio, deberíamos sentir gratitud por haber recibido este maravilloso don. Deberíamos estar más que dispuestos a querer que TODAS las personas aprovechen este gran don.
La segunda consideración es que no necesariamente se nos retira por completo el velo al morir. Lo que principalmente mantiene el velo intacto es nuestra carencia de fe para ver más allá, como lo hizo el hermano de Jared.
Si se puede retirar el velo en esta vida por rebosar de fe, ¿podemos realmente saber que se quitará el velo por completo después de la muerte para alguien que no tiene fe? Me parece que el velo que creamos nosotros mismos puede ser un impedimento mucho mayor para tener un testimonio que el velo de la vida o la muerte que se nos impone.
La conclusión es que las condiciones serán justas porque Jesucristo se ganó el derecho a juzgarnos a todos nosotros porque Él fue quien pagó el precio de nuestros pecados. Entonces, cualquier cosa que juzgue será, por definición, justa.
Fuente: Ask Gramps