Qué hacer cuando un ser querido toma decisiones que nos hieren

boda hijo gay

¿Existen las “familias perfectas”? ¿Hijos obedientes? ¿Padres muy pacientes? ¿Hogares de infinita felicidad?

Fantaseamos con eso, porque eso es exactamente lo que es: Una fantasía.

En realidad, todos tenemos desafíos, que se pueden percibir o no, que tiran de la tela que cubre a nuestras familias.

Esa tela conoce las lágrimas que derramamos cuando vemos a nuestros seres queridos tomar decisiones que nos rompen el corazón.

suicidio

También te puede interesar: ¿Eres el único miembro de la Iglesia en tu familia? Necesitas leer esto

¿Qué es lo mejor que podemos hacer cuando sucede esto? Ciertamente, no es darnos por vencidos, perder las esperanzas ni vivir con desesperación.

¿Qué pasaría si intentáramos ver las cosas a través de los ojos de Dios?

Aquel que nos creó a todos nos ama perfectamente, incluso si Él no ama todas nuestras decisiones.

Él no solo ve quiénes somos ahora, sino que también ve lo que podemos llegar a ser. Celebra el bien en Sus hijos, espera pacientemente que lo reconozcamos en nosotros mismos.

Cuando un miembro de la familia se aleja de los valores de la misma o incluso del amor de la familia, no significa el fin de las virtudes que haya tenido.

Quizás, lo que se necesita es concentrarse no en la decepción que sentimos sino en la bondad que vemos.

Ahí es donde reside el potencial para el crecimiento; ahí es donde vive la esperanza.

Además, ¿no es así como nos gustaría que nos vieran los demás?

amor propio felicidad

Un padre y su hijo se distanciaron por algunas diferencias que tuvieron.

Sin embargo, con el tiempo el padre descubrió cuánto extrañaba a su hijo: sus ideas creativas, su sentido del humor. Fue entonces cuando el padre se dio cuenta de que había sido demasiado rápido para juzgar.

Cuando el padre decidió nutrir el amor entre él y su hijo, en lugar de sus diferencias, se desarrolló una cercanía nueva e incluso más profunda entre ellos.

A veces, etiquetamos a un ser querido como “descarriado”. Sin embargo, esa es una categoría muy grande, en la que no caben todos.

Ninguno de nosotros es perfecto, todos tenemos aspectos en nuestra vida que mejorar.

Si no trazamos una línea de exclusión, podremos tener vidas más gentiles y pacíficas.

De ese modo, podremos hacer un espacio para el cambio para bien, en los demás y en nosotros mismos.

Fuente: Church News

Comentarios
Si nos sentimos heridos... en el fondo es porque somos cosificadores... el problema es nuestro no del que nos "hiere"
Andrés

Deja Tu Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *