Cada familia es un vínculo sagrado establecido por Dios para dar amor y seguridad a sus hijos. Aunque no sean perfectas, en ellas podemos aprender, crecer y forjar lazos eternos.

Con el tiempo, los lazos familiares se fortalecen al compartir momentos y actividades que se convierten en tradiciones familiares y cuando esas tradiciones involucran a Dios, la familia se fortalece.

La experiencia de los Steadman y los Bodell es un claro ejemplo de que la unión familiar es posible mediante tradiciones familiares espirituales. Se trata de tres generaciones unidas bajo el mismo deseo de servir a Dios.

El templo como herencia espiritual

El Templo de Gilbert, Arizona. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Todos los martes, Chuck y Therese Steadman se preparan para servir en el Templo de Gilbert, Arizona. Aunque sirven como obreros por tercera vez, en esta ocasión es más especial porque comparten esta experiencia con su hija, Katie Bodell, y su nieto, Gavin Bodell.

“Servir en el templo… en familia es como la cereza del pastel. Cada experiencia en el templo, como participantes y como obreros, fortalece nuestro testimonio de la veracidad del Evangelio de Jesucristo y de la realidad de que las familias son para siempre, afirmó Therese Steadman.

El servicio que realizan estas tres generaciones juntas es más que algo rutinario, sino que es su propia tradición familiar. Cuando llega el martes tan esperado, asisten al templo juntos y salen con una fe más firme en Cristo.

El ejemplo de esta familia es un recordatorio de que podemos encontrar a Cristo al servir y adorar en el templo como familias. Tal como Él enseñó:

“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. (Mateo 18:20)

Recuerdos a través de generaciones

Los Steadman y su familia en el Templo de Gilbert. Imagen proporcionada por Therese Steadman

Mucho más que el viaje al templo, lo que verdaderamente conecta a esta familia es la experiencia sagrada al ayudar en las ordenanzas. Cada vez que sirven, recuerdan la frase “las familias pueden ser eternas”, una promesa que los lleva a anhelar un reencuentro eterno a través de generaciones.

“Así como las ordenanzas del templo nos unen a nuestros seres queridos que nos han precedido. El servicio en el templo nos recuerda que se requiere esfuerzo para mantener familias fuertes y felices, expresó Theresa.

Por su parte, Katie Bodell se conmueve cuando sirve. Ella y su padre Chuck sirven juntos en el bautisterio y cada vez que ella ve a hijos y padres entrando a la pila bautismal, es imposible que no recuerde su bautismo.

Esta experiencia de Katie demuestra la presencia del verdadero “Espíritu de Elías” en el templo, uniendo a generaciones mediante recuerdos y experiencias de fe.

“Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres. (Malaquías 4:6)

Preparación para una misión

Los Steadman y los Bodell frente al templo antes de que Gavin parta a su misión en México-Hermosillo. Imagen proporcionada por Therese Steadman

Por su parte, Gavin Bodell está teniendo una experiencia preparatoria mientras sirve en el templo. El joven está a punto de partir para servir como misionero de la Iglesia de Jesucristo en la misión México Hermosillo.

Estar en el templo lo está preparando para desarrollar amor por el prójimo a través del servicio cristiano, algo que como misionero, realizará todos los días.

“Trabajar en el templo me ha dado confianza espiritual y seguridad en mi decisión de servir en una misión. Me ha ayudado a centrarme más en el Salvador y ha fortalecido mi testimonio de una manera discreta pero poderosa”, afirmó Gavin.

Ver a Katie y Gavin avanzar en la fe al servir juntos en la Casa del Señor es un deleite para Chuck y Therese Steadman. Para ellos, no hay mayor gozo que transmitir un legado de fe firme a través de sus generaciones. Su felicidad se encuentra en el cumplimiento de esta escritura:

“No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad. (3 Juan 1:4)

Lo que unifica a una familia es algo más poderoso que la sangre. Cuando las familias comparten vínculos espirituales, reciben la promesa de vivir juntos por la eternidad.

Fuente: ChurchNews

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