En la encantadora ciudad de Pordenone, en Italia, algo verdaderamente especial está sucediendo: una colaboración que inspira entre los musulmanes y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Durante este último Ramadán, los miembros de la Iglesia en la ciudad han abierto con gran generosidad los recintos de un centro de reuniones (capilla) para brindar un espacio acogedor donde los musulmanes pueden reunirse para las oraciones matutinas y nocturnas, y compartir la comida de ruptura del ayuno, conocida como el iftar.
Es un hermoso ejemplo de cómo diferentes comunidades pueden unirse en amistad y solidaridad.
Una tienda de campaña en el jardín de la capilla del distrito de Pordenone sirvió como refugio en caso de mal tiempo durante la oración de la mañana, que comenzaba muy temprano antes de que la capilla abriera sus puertas.
Por la tarde, la oración se trasladó al interior de la capilla, mientras que la sala de usos múltiples del edificio se convirtió en el lugar perfecto para disfrutar del iftar después de la oración nocturna.
La preparación y organización de esta hermosa iniciativa comenzaron mucho antes del mes sagrado, con la colaboración entre los Santos de los Últimos Días locales y la comunidad musulmana de Pordenone.
Juntos, solicitaron los permisos necesarios tanto de la dirección regional de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días como de las autoridades civiles locales.
Estas relaciones entre las dos comunidades, que datan de 2016, han florecido a través de diversas actividades y han creado lazos mutuos de estima y amistad, como lo demuestran los numerosos mensajes de agradecimiento y aprecio de los miembros de ambas comunidades.
Como muestra de gratitud, los musulmanes extendieron una invitación a los Santos de los Últimos Días locales y a las autoridades civiles para compartir la comida del iftar al final de las celebraciones del Ramadán.
Estas tipo iniciativas no solo fortalecen los lazos comunitarios, sino que también ofrecen oportunidades para el crecimiento personal y espiritual de todos los involucrados.
¡Qué hermosa manera de promover la unidad y la comprensión entre diferentes grupos religiosos!