Superando la adversidad

Superando la adversidad

Desarrollar fortaleza y fe mediante la oposición y los desafíos 

En tiempos de necesidad

mormon-canneryUna de las cosas más extraordinarias acerca de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (también conocida como <st1:personname productid=”la Iglesia Mormona” w:st=”on”>la Iglesia Mormona o los mormones) es cuán organizados y bien dotados están los Servicios de Bienestar y el programa humanitario para aquellos en necesidad no sólo localmente, sino a una escala mundial durante tiempos de adversidad.Desde eventos gigantescos tales como el Tsunami del 2004 en Indonesia hasta el Huracán Katrina en Nueva Orleans, Louisiana, <st1:personname productid=”la Iglesia Mormona” w:st=”on”>la Iglesia Mormona es a menudo la primera en llegar con ayuda, y generalmente la última en salir.El apoyo que ellos brindan beneficia a todos, mormones y no-mormones por igual.

Antes de que me uniera a la Iglesia, no tenía absolutamente idea alguna de cuán extenso era el programa de la Iglesia.Este programa de bienestar no se debe confundir con cualquier similitud que exista con el programa gubernamental actual de Estados Unidos.Las personas que se benefician del programa de bienestar de la Iglesia no viven continuamente de la ayuda que reciben.Con frecuencia se enseña el principio de autosuficiencia en la Iglesia Mormona.Cuando aprendemos a ser más autosuficientes, estamos mejor preparados para soportar adversidades, y estamos en una mejor posición para ayudar a otros cuando están en necesidad.Cuando los miembros de la Iglesia hacen todo lo que está a su alcance para proveer para sí mismos pero, aún así, no pueden suplir sus necesidades básicas debido a razones que escapan a su control, pueden acudir a su obispo quien puede proveerles el apoyo temporal que ellos necesitan hasta que puedan proveer para sí mismos.

Mi propia familia experimentó cuán maravillosa puede ser esta ayuda durante nuestras propias pruebas hace algunos años.Mi esposo se lastimó la espalda tan severamente que no le fue posible trabajar por un largo período de tiempo.Dado que era el principal proveedor para nuestra familia, esta situación nos desestabilizó financiera y emocionalmente.Mi trabajo a tiempo parcial no podía cubrir la mayoría de nuestros gastos más allá de nuestra hipoteca y estábamos en apuros.Durante la visita mensual de nuestro Maestro Orientador, él notó que estábamos presionados debido a nuestra situación financiera.Él habló con el Obispo de nuestro barrio acerca de nuestra situación y nos llamaron inmediatamente a la oficina del Obispo apenas unos días después.Él gentilmente nos explicó que no estábamos solos en nuestra adversidad y que la Iglesia provee para todos los que están en necesidad.Pudimos recibir la ayuda que necesitábamos, para lo que exactamente necesitábamos.Esto nos ayudó durante la este tiempo difícil, y nos dio la oportunidad de recuperarnos más fácilmente de nuestras pérdidas cuando mi esposo finalmente pudo regresar al trabajo.Nuestras oraciones fueron contestadas; primero, por la preocupación y acción que nuestro Maestro Orientador expresó por nosotros y segundo, por la ayuda que nuestro obispo pudo darnos a través de los recursos que la Iglesia tiene para ofrecer a todos.

La ayuda que el programa de Servicios de Bienestar de la Iglesia Mormona proporciona es posible gracias a las generosas contribuciones voluntarias de miembros de la Iglesia que ayunan una vez al mes y donan el valor de las comidas que no nos servimos.El haber recibido ayuda de este programa me permite atestiguar el valor de su propósito y significado en la vida de aquellos que se benefician con él.Estoy especialmente agradecida a mis hermanos y hermanos en la fe dentro de la Iglesia cuyos sacrificios, oraciones, y generosidad ayudaron a mi familia mientras pasábamos momentos difíciles.Siendo Mormona, me siento tan bendecida de poder devolver la contribución al programa que una vez ayudó a mi familia, sabiendo que otros también podrán beneficiarse como lo hicimos nosotros.

En mi humilde opinión, ¿cómo puede algo tan maravilloso como este programa no haber sido inspirado por una fuente divina?Nuestro Señor y Salvador, Jesucristo, mediante su servicio desinteresado por toda la humanidad nos proporciona un ejemplo de verdadera caridad, y nos aconseja seguir Su camino.El Presidente Spencer W. Kimball, una vez dijo que el servicio de bienestar,

“…no es un programa, sino la esencia del evangelio.Es el evangelio en acción.Es el principio supremo de una vida cristiana”.

-y-

La medida de nuestro amor  por nuestro prójimo y, en un gran sentido, la medida de nuestro amor por el Señor, es lo que hacemos el uno por el otro y por el pobre y el afligido”. (Ensign-revista en inglés, Nov. 1977, p. 77).

Hablando simplemente de una perspectiva de una persona cuyas oraciones fueron contestadas y cuya vida a la manera del Señor fue marcada durante épocas de adversidad, siempre estaré verdaderamente agradecida de que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de prioridad a los Servicios de Bienestar y los proyectos humanitarios en todo el mundo.El recuerdo de la expresión de compasión por nuestro bienestar tanto espiritual como temporal es lo que perdura por siempre.Es algo que nunca olvidaremos, y lo que me ha inspirado a hacer todo lo que puedo por vivir a la manera del Señor.

Por Ruby Barrus el 17 de Enero del 2008 a las 11:36:10 am.

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