El 28 de marzo de 2021, el profeta y presidente de La Iglesia de Jesucristo De los Santos de los Últimos Días, Russell M. Nelson, compartió un poderoso mensaje e invitación este Domingo de Ramos.
Gracias a Jesucristo, celebramos la Pascua de Resurrección, y la Pascua consiste en paz y esperanza.
A lo largo de varias décadas de servicio en la Iglesia, he vivido momentos inolvidables mientras viajaba.
Uno de ellos ocurrió hace años cuando volaba a la toma de posesión del rector de una universidad, en la que yo ofrecía la primera oración.
Era un vuelo corto en un pequeño avión bimotor. Estábamos a medio camino cuando el motor derecho explotó de repente, arrojando combustible en llamas sobre el lado derecho del avión que se incendió, cayendo a tierra en espiral.
Yo pensé que iba a morir.
Milagrosamente, la caída en picada extinguió el fuego. El piloto pudo restablecer la potencia del otro motor y realizar un aterrizaje seguro. De hecho, llegué a la inauguración a tiempo.
Durante aquella dramática e inesperada experiencia, me sentí tranquilo. Al acercarme a lo que parecía ser una muerte segura, sentí paz. Sabía que mi esposa y yo estábamos sellados el uno al otro eternamente y que nuestros hijos estaban sellados a nosotros. Gracias al Señor, sabía que volveríamos a estar juntos.
Sentía paz, estaba preparado para comparecer ante mi Hacedor. Durante el último año, todos hemos tenido que hacer frente a acontecimientos dramáticos e inesperados.
Entre tanta incertidumbre, sólo hay una manera de sentirse en paz: la paz verdadera que sobrepasa todo entendimiento.
Esa paz se encuentra en la fe en el Señor Jesucristo. Al sufrir por nuestros pecados y debilidades, morir en la cruz y resucitar, el Salvador reescribió la historia de la humanidad.
Gracias a Él, no nos enfrentamos solos a debilidades, pecados y temores. Y gracias a Él, la muerte no es el final. La resurrección vendrá a todos aquellos que hayan vivido. Gracias a Él las familias pueden estar juntas siempre.
Gracias a Jesucristo, celebramos la Pascua de Resurrección, y la Pascua consiste en paz y esperanza.
Éste Domingo de Ramos, los invito a hacer esta semana en verdad santa al recordar, no sólo las palmas que se agitaron para honrar la entrada de Jesús en Jerusalén, sino las palmas de Sus manos.
Según Isaías, el Salvador prometió que nunca los olvidaría, diciendo: “Pues he aquí, te tengo grabada en las palmas de mis manos” (Isaías 49:16).
Después de todo lo que Jesucristo hizo por ustedes, los invito a hacer algo esta semana para seguir Sus enseñanzas.
Podrían hacer que sus oraciones sean más fervientes.
Podrían perdonar a alguien o ayudar a un amigo que lo necesita.
Podrían empezar hoy una nueva búsqueda espiritual.
Esta Pascua, los invito a que se centren en el Salvador. Si buscan un lugar donde adorar, por favor acompáñennos.
El domingo de Pascua de Resurrección, la Conferencia General mundial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días estará llena de mensajes y música centrados en Cristo.
Nos reuniremos virtualmente para adorar a nuestro Redentor. Por favor, acompáñennos. ¡Inviten a sus amigos! ¡Jesucristo vive!
Como Redentor y Salvador resucitado, está presto para ayudarnos a afrontar lo dramático e inesperado de nuestra vida. En esta época de Pascua de Resurrección, adorémoslo y alabémoslo por la paz, la esperanza, la luz y la verdad que nos brinda.