Desde Tailandia hasta Zimbabue: Lo que el Presidente Nelson y los Apóstoles aprendieron de sus viajes

Presidente Nelson

Sentado en el estrado al lado y detrás del podio del discursante, el Élder Jeffrey R. Holland no tuvo el mejor campo visual para observar el rostro del Presidente Russell M. Nelson mientras se dirigía a los Santos de los Últimos Dios en las ocho devocionales realizadas durante dos semanas y en tres continentes en abril de 2018.

Así, el Élder Holland, tomó la mejor alternativa, algo que llama “el vector del visitante.”

También te puede interesar:Cerca de 50 mil personas se reúnen para escuchar al Presidente Nelson

“Cuando el Presidente Nelson estaba en el púlpito, un mejor ángulo que observarlo de manera directa, fue mirar a la audiencia mientras contemplaba al Profeta,” dijo el Élder Holland, el miembro del Quórum de los Doce Apóstoles que acompañó al Presidente Nelson en su gira inaugural de ministración mundial durante la última primavera. “Ese ángulo de miradas hacia la fidelidad en sus rostros, la adoración y las lágrimas me dio una impresión de él, mis sentimientos sobre lo que estaba diciendo mientras veía lo que significaba para ellos a medida que observaba la mirada en sus rostros.”

Además, esa es la forma en que el Élder Holland ha observado al Presidente Nelson durante casi dos semanas de reuniones públicas en Inglaterra e Israel, Kenia y Zimbabue, India y Tailandia, además de Hong Kong y Hawái.

“Me encanta ver a las personas observarlo y escucharlo,” expresó.

Debido a que el Presidente Nelson y su esposa, la hermana Wendy Nelson, viajaron por cuatro continentes durante los últimos cinco meses, se escribió mucho sobre el impacto que estas reuniones devocionales tuvieron en las decenas de miles de Santos de los Últimos Días que se congregaron con él en su primer año como Presidente de la Iglesia.

Pero, ¿Qué significaron estos viajes devocionales para él y los Apóstoles que lo acompañaron?

El impacto en el Presidente Nelson

El mismo Presidente Nelson respondió esa pregunta en una entrevista para los medios de comunicación en Montreal, Quebec, después de la devocional del 18 de agosto en ese lugar. Las calificó como “amplias” experiencias.

“Disfrutamos reunirnos con las personas, nos motivan,” dijo. “Aprendimos sus nombres, sobre su cultura y su idioma.”

De hecho, el Presidente Nelson se convirtió en el primer presidente de La Iglesia que se dirigió extensamente a una gran reunión de Santos de los Últimos Días en un idioma diferente al inglés cuando habló en español, la lengua materna de República Dominicana y Puerto Rico, durante las devocionales que se llevaron a cabo en esos países, del 1 al 2 de setiembre.

“Es el deseo del Señor que nosotros estemos con las personas y las ayudemos en sus desafíos a medida que aplican las enseñanzas del evangelio en sus vidas,” continuó el Presidente Nelson en la entrevista de Montreal. “Independientemente de cuáles sean los problemas, podemos ayudarles. Así que amamos reunirnos con ellos, ayudarlos, elevarlos, amarlos y aprender más sobre ellos.”

El Presidente y la hermana Nelson están programados para participar en un par de devocionales en Seattle, Washington y Vancouver, Columbia Británica. El Presidente Henry B. Eyring, el segundo consejero de la Primera Presidencia, se les unirá.

Y, los cuatro apóstoles que acompañaron a los Nelson en los primeros viajes devocionales del profeta – el Élder Holland, el Élder Neil L. Andersen, el Élder Ronald A. Rasband y el Élder Dale G. Renlund – todavía disfrutan de las experiencias únicas mientras reflexionan sobre el impacto de aquellas asignaciones de viaje y los discursos que dieron ellos y sus esposas.

En la presencia del Profeta

Los cuatro son los primeros en reconocer que tienen el privilegio de conocer al Presidente Nelson más de cerca e interactuar con él con más frecuencia que la mayoría de los Santos de los Últimos Días, debido a la proximidad de sus oficinas en los Edificios de Administración de la Iglesia y las interacciones de los hermanos en las reuniones administrativas.

“Sin embargo, soy un Santo de los Últimos Días como cualquier otro y Russell M. Nelson es mi profeta como el suyo,” expresó el Élder Holland. “Adoro tanto como ellos porque él es mi profeta, él es mi presidente.”

Presidente Nelson

El Presidente Russell M. Nelson, en el centro, el Élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, a la derecha, junto con el Presidente de Distrito, Dennis Brimhall, caminando en el centro de BYU Jerusalén, sábado 14 de abril de 2018.

También te puede interesar: Un vistazo a uno de los momentos de ministración del Presidente Monson

Él calificó las dos semanas de escuchar las enseñanzas del Presidente y la hermana Nelson como “un extraño privilegio,” para él y su esposa, la hermana Patricia Holland. “Los Santos de los Últimos Días en cada uno de esos lugares tuvieron esa experiencia una vez. Pat y yo la hemos tenemos más de la mitad de una docena de veces seguidas. En ese sentido, nos parecemos más a cada Santo de los Últimos Días que los escuchó, solo que tenemos una ubicación privilegiada, los escuchamos más a menudo y los amamos cada minuto.”

El Élder Andersen recordó una y otra vez la frase de Oliver Cowdery, “días inolvidables,” como se encuentra en las notas a pie de página de la Historia de José Smith, cuando se dirigió a los Santos de los Últimos Días durante el fin de semana a mediados de agosto en que él y la hermana Kathy Andersen se unieron a los Nelson en el centro y este de Canadá.

“Para Kathy y yo, fue una experiencia única que recordaremos toda nuestra vida, viajar tres días con el profeta del Señor, estar a su lado y poder testificar de él, y de la inspiración y la revelación que recibe,” afirmó el Élder Andersen.

Presidente Nelson

El Élder Neil L. Andersen, del Quórum de los Doce Apóstoles, sentado junto a su esposa, la hermana Kathy Andersen.

Lo primero que se encontraba en la agenda del viaje a la provincia de Alberta del este de Canadá para el Élder Rasband y su esposa, la hermana Melanie Rasband, fue unirse a los Nelson en una sesión de investidura en el Templo de Edmonton, Alberta, con el Presidente y la hermana Nelson llevando nombres de familias para la obra vicaria.

“No solo, como el profeta, estaba ministrando a aquellos en este lado del velo, también estaba ministrando literalmente a aquellos al otro lado del velo,” dijo el Élder Rasband. “Pueden ver cómo eso sería una experiencia maravillosa para mí, como compañero en este viaje, decirles a los Santos de los Últimos Días, ‘Van a escuchar este gran mensaje [del Presidente Nelson] y ya escucharon palabras sobre el camino del convenio y el recogimiento de Israel, deseo que sepan que fuimos e hicimos eso en nuestro primer día en el oeste de Canadá.’”

“Solo pensé que Russell Nelson lo ejemplificó –  él no solo habla de la palabra, es un hacedor de la palabra. Además, eso me dio mi mensaje para aquellos días en cualquier circunstancia que me encontrara – comenzamos en la casa del Señor,” agregó el Élder Rasband, diciendo que le recordó cómo el Presidente Nelson comenzó su presidencia al transmitir su primer mensaje en enero desde el anexo del Templo de Salt Lake y pronunciando las palabras, “deseamos comenzar con la meta en la mente.”

Presidente Nelson

El Élder Ronald A. Rasband y su esposa, la hermana Melanie T. Rasband, en una devocional en Alberta, Canadá, junio de 2018.

“Así que lo hicimos en nuestro viaje, comenzamos en el templo.”

Antes de acompañar al Presidente Nelson al Caribe a principios de este mes, el Élder Renlund y la hermana Ruth Renlund nunca habían estado con el profeta visitando a ninguna congregación fuera del Centro de Conferencias en Salt Lake City.

“Él parece incansable y deseoso de bendecir a las personas,” expresó el Élder Renlund con respecto a acompañar al Presidente Nelson. “Estar con él nos hizo desear convertirnos en mejores personas. El Presidente Nelson ejerce una influencia semejante a Jesús en aquellos que lo rodean para esforzarse, ser más amable y más fiel al Salvador y Su obra. Esta influencia ocurre porque el Presidente Nelson es un auténtico discípulo del Salvador.”

Y, el Élder Renlund vio personalmente esa influencia en acción. “Al darse cuenta de que mi esposa podría estar sintiendo un poco de frío en el viaje de San Juan, Puerto Rico, a Salt Lake City, el Presidente Nelson consiguió una manta del ingeniero de vuelo y se la dio a mi esposa para que la usara,” dijo. “Me pregunté, ‘¿Por qué no soy tan considerado con mi esposa?’”

Las lecciones aprendidas en los viajes

El Élder Renlund observó al Presidente Nelson saludar a varias  madres y niños mientras salían de un centro de reuniones en República Dominicana. Sostuvo a uno en sus brazos sin asustar al niño. Luego, se arrodilló frente a una anciana en una silla de ruedas para ayudarla a animar su espíritu.

“En este ministerio, parecía que no tenía prisa en absoluto,” dijo el Élder Renlund. “Parecía que el tiempo reducía su velocidad a medida que [el Presidente Nelson] se tomaba todo el tiempo que necesitaba para bendecir y elevar a los demás. En cada encuentro, guía a las personas hacia el Salvador y el amor del Salvador.”

“Él guía a las personas hacia el Salvador y el amor del Salvador.”

El Élder Andersen fue testigo de lo que vio cuando el Presidente Nelson se dirigió a los Santos de los Últimos Días de Canadá.

“Las personas estaban en el borde de sus asientos porque venía una fortaleza espiritual y el Señor estaba magnificando al presidente,” dijo y agregó, “fue muy poderoso para mí ver el manto del Señor sobre él, el presidente de La Iglesia y el profeta del Señor. Nunca lo olvidaré, fue maravilloso.”

Una de las lecciones que el Élder Rasband aprendió de su viaje fue el mensaje del Presidente Nelson sobre el amor y el agradecimiento junto con las invitaciones para el compromiso. “El Presidente Nelson ama a los hijos del Padre Celestial, desea que lo sepan, desea agradecerles por todo lo que están haciendo para lograr que La Iglesia progrese y luego, les extiende invitaciones serias: ‘Tenemos que esforzarnos en el recogimiento de Israel en ambos lados del velo, necesitamos invitar a las personas a ir por el camino del convenio si se alejaron de él.’”

“No duda en extender invitaciones, y eso me encanta,” agregó el Élder Rasband. “Es una cosa ponerse de pie y dar un gran discurso y otra, dar un gran discurso y una invitación seria. Además, Russell Nelson lo hace y eso me ayuda en mi ministración.”

Un ejemplo para toda la vida

Considera el ritmo de los viajes devocionales del Presidente Nelson hasta ahora: el primero con paradas en Londres; Jerusalén; Nairobi, Kenia; Harare, Zimbabue; Bangalore, India; Bangkok; Hong Kong y Laie, Hawái. Son ocho lugares para reuniones públicas en 14 días y una distancia total de viajes de ida y vuelta de casi 30,000 millas, mucho más que la circunferencia de 24,901 millas de la tierra.

Luego, agrega: el viaje de junio a Alberta, con casi 1,800 millas de vuelo en un fin de semana de tres devocionales en tantas noches, seguido de tres tardes de devocionales en el centro y este de Canadá que cubrió más de 4,000 millas y la visita al Caribe con dos días de reuniones y una distancia de casi 6,300 millas.

Todo eso hizo el Presidente Nelson, que cumplió 94 años el 09 de setiembre.

“Claramente, hacer esto significa mucho para él,” dijo el Élder Holland y agregó, “Creo que es consciente de que en los últimos años, los presidentes de La Iglesia no siempre han podido salir, no siempre han estado con las personas, pero él es lo suficientemente fuerte y está lo suficientemente sano para hacerlo.”

Presidente Nelson

El Presidente Russell M. Nelson, en el centro, y el Élder Dale G. Renlund, del Quórum de los Doce Apóstoles, detrás de él, saludan a los Santos de los Últimos Días después de la devocional del 1 de septiembre de 2018 en Santo Domingo, República Dominicana.

“Sabemos y reconocemos que no siempre tendremos acceso a todos los presidentes de La Iglesia en cada momento de su administración. Algunas de esas limitaciones pueden provenir de una mala salud o la incidencia de la edad. Sin embargo, el Presidente Nelson puede estar con las personas, sé que quiere hacer exactamente eso – y, es evidente lo que los Santos de los Últimos Días desean que haga. Desean verlo y escucharlo personalmente.”

El Élder Andersen dijo que las asignaciones de viaje, como estos viajes devocionales, son “motivadores,” al recordar una conversación de mucho antes de ser llamado como una Autoridad General cuando le preguntó al entonces Élder Dallin H. Oaks del Quórum de los Doce Apóstoles si viajar alrededor del mundo para reunirse con los Santos de los Últimos Días era agotador.

“Recuerdo que dijo, ‘Es justo lo contrario. Salir nos motiva y permite que manejemos las cosas durante la semana. Es estar con los Santos de los Últimos Días y ver su fe.”

El Élder Rasband dijo que el creciente número de devocionales le recuerda el tiempo del Presidente Gordon B. Hinckley como Presidente de la Iglesia, “cuando era casi así: Bueno, debo entrar a la oficina para ocuparme de algunos asuntos administrativos, pero ponme en ese avión y llévame por el mundo.”

El Presidente Nelson, agregó, tiene esa misma filosofía, espera ir, estar con y ministrar a las personas dándoles la mano, bendiciéndolas, ofreciéndoles bendiciones apostólicas y elevando a los demás. “Su mensaje sobre la ministración es su vida,” dijo el Élder Rasband. “Esa es su vida, así es él.”

Ministrar a las masas

A menudo, cuando las Autoridades Generales viajan por asignación, buscan oportunidades para reunirse en privado con algunas personas o familias para “ministrar a una persona en particular.” Pero, cuando se realizan devocionales en un horario  diario y se requiere viajar de una ciudad a otra, se trata más de “ministrar a las masas.”

Y, sin embargo, los Apóstoles han visto que el Presidente Nelson lo hace de una manera tan personal e individual en la medida que le es posible.

“Una de las cosas que verás que hace el Presidente Nelson es que se volverá a acomodar en su silla y observará,” dijo el Élder Andersen. “Mirará alrededor como si estuviera observando a todos y luego, se dirigirá a una persona en particular. Habla a todos, pero observa en un rostro algo que combina cierta impresión e inspiración. Entonces, es verdad que existe cierta amplitud, pero también existe una naturaleza personal.

Presidente Nelson

Desde la izquierda, la hermana Wendy Nelson, el Presidente Russell M. Nelson, el Élder Randall K. Bennett, la hermana Shelley Bennett, el Élder Neil L. Andersen y la hermana Kathy Andersen, antes del inicio de la devocional del 18 de agosto de 2018 en Montreal, centro de convenciones Palais des Congrès.

El Élder Renlund señaló que el profeta habló español en República Dominicana y Puerto Rico, para relacionarse de una manera agradable. “Por la mirada en los rostros de los Santos de los Últimos Días (en Santo Domingo), parecía que cada uno sentía que el Presidente Nelson le estaba hablando directamente a él o ella,” dijo.

“Cuando cambió de inglés a español en San Juan, pronunció una bendición apostólica en español, muchos en la congregación comenzaron a derramar lágrimas. Creo que si les preguntara, responderían que sintieron que los ministraron personalmente.

Si bien se dirigen a grupos grandes, los Apóstoles reconocen el impacto individual que proporciona el Espíritu Santo.

“Podemos dirigirnos a muchos, con el conocimiento de que el Espíritu Santo personalizará el impacto del mensaje según las necesidades de cada miembro,” dijo el Élder Andersen.

En estos viajes devocionales, así como después de cualquier tipo de discurso compartido, los líderes de La Iglesia han tenido Santos de los Últimos Días que se les han acercado diciendo “ese mensaje era para mí.”

El Élder Holland dijo lo siguiente sobre dichos sucesos: “No sabes quién es esa persona o cuál era su única necesidad y ciertamente, no preparaste un mensaje para una sola persona, pero así es como trabaja el Espíritu, convierte una experiencia colectiva en una individual, en un momento más personal.”

Tomar nota

A medida que llegaban a las reuniones públicas, los Apóstoles y sus esposas caminaban con los Nelson, usualmente un o dos paso(s) detrás para demostrar respeto. Los Apóstoles y sus esposas hablaron en las reuniones antes que los Nelson, a menudo testificando sobre su llamamiento apostólico y motivando a los miembros a escuchar y aprender como ellos. Y, mientras los Nelson enseñaban después en las reuniones, los Apóstoles y sus esposas escuchaban atentamente y tomaban notas, para después compartir sus impresiones en los siguientes discursos que se les asignara o en las redes sociales de los Apóstoles.

Presidente Nelson

Russell M. Nelson y su esposa, la hermana Wendy Nelson, y el Élder Jeffrey R. Holland, el Quórum de los Doce Apóstoles, y su esposa, la hermana Patricia Holland reocorriendo el sitio de La Iglesia que se utilizará para la construcción del templo en Bangkok, Tailandia, viernes 20 de abril de 2018.

“Aprendimos, también. Fuimos unos estudiantes ansiosos sentados a sus pies,” dijo el Élder Holland, enfatizando los mensajes del presidente y la hermana Nelson sobre la familia, los templos, los convenios y seguir la inspiración divina.

“Hablaron sobre la familia, así que Pat y yo regresamos a la habitación del hotel y hablamos sobre nuestra familia. Con respecto a algunas de las cosas que compartieron, nosotros dijimos: ‘Es una representación de nuestra situación, encaja con lo que deseamos para nuestros hijos y nietos.’ Además de ser sus compañeros de viaje y púlpito, aprendimos nuestras propias lecciones, esas pequeñas pepitas de sabiduría en los mensajes que se aplicaron poderosamente a nosotros…”

“De ese modo,” resumió el Élder Holland, “éramos exactamente como todos los Santos de los Últimos Días que se sentían emocionados por estar con el profeta de Dios.”

Artículo originalmente escrito por Scott Taylor y publicado en ldschurchnews.com con el título “From Thailand to Zimbabwe: What President Nelson, Apostles have learned from their travels.”

Deja Tu Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *