El élder Dieter F. Uchtdorf nos recuerda lo que el sacrificio del Salvador puede hacer por nosotros. 

Gracias a Jesucristo, tus fracasos no te definen

Gracias al amor perfecto que Dios tiene por nosotros y al sacrificio eterno de Jesucristo, nuestros pecados, tanto los grandes como los pequeños, pueden ser borrados y no recordarse más.

Gracias a Jesucristo, nuestros fracasos no tienen por qué definirnos; pueden refinarnos.

«Les extiendo mi amor y mi bendición en esta gozosa época de Pascua de Resurrección. Abran su corazón a nuestro Salvador y Redentor, independientemente de sus circunstancias, pruebas, sufrimientos o errores; ustedes pueden saber que Él vive, que los ama y que, gracias a Él, nunca estarán solos». #GraciasaÉl

Video relacionado

También te puede interesar