“Se va a volver más difícil, y no más fácil, honrar los convenios que debemos hacer y guardar para vivir el evangelio de Jesucristo”. -Henry B. Eyring
Al oír este consejo, sentí ansiedad. Ya estaba afrontando una situación complicada en Venezuela.
Aún tenía preguntas cómo: ¿Cómo puedo mantenerme optimista cuando el mundo es tan oscuro? ¿Cómo puedo esperar con anhelo un futuro prometedor en un presente tan lúgubre?
¿Cómo puedo mantenerme optimista cuando el mundo es tan oscuro? Imagen: Canva
Sin embargo, el presidente Eyring compartió la solución con Helamán 5:12:
“Recordad que es sobre la roca de nuestro Redentor, el cual es Cristo, el Hijo de Dios, donde debéis establecer vuestro fundamento, para que cuando el diablo lance sus impetuosos vientos, sí, sus dardos en el torbellino, sí, cuando todo su granizo y furiosa tormenta os azoten, esto no tenga poder para arrastraros al abismo de miseria y angustia sin fin”.
Aún sigo creyendo que este pasaje de las Escrituras es verdadero, pero edificar mi fundamento en el Salvador parece más fácil decirlo que hacerlo.
Sentirse abandonado
Sentirse abandonado. Imagen: Canva
Hace unos meses atrás, recibí noticias no tan agradables de mi familia. Me sentía confundida y con tanta ansiedad que llegué a enfermarme.
No sabía cómo afrontar estas dificultades siendo fiel al Padre Celestial. Con frecuencia, me preguntaba si acaso había hecho algo malo y que Dios y Jesucristo me habían abandonado.
En medio de estos problemas, decidí hablar con un buen amigo mío. Me dijo algo que nunca olvidaré:
“Sin importar lo que suceda, depende de ti acudir a Él en busca de ayuda. Si lo haces, Él te brindará el amor y el alivio que necesitas en este momento”.
Estas palabras cambiaron mi perspectiva. A pesar de sentirme enojada, herida y confundida por las situaciones de la vida, tenía la oportunidad de seguir a Jesús.
Tenemos la opción de volvernos hacia Cristo con fe y no alejarnos de Él en tiempos de prueba.
Una promesa de seguridad
Una promesa de seguridad. Imagen: Canva
Estamos en los últimos días. Escuchamos rumores de guerras, pandemias , desastres naturales y sé que vendrán momentos aún más difíciles.
No obstante, si seguimos edificando sobre la roca, que es Jesucristo y confiamos en Él, obtendremos paz y gozo sin importar lo que suceda en el futuro.
“Para quienes estamos preocupados tanto por nosotros mismos como por nuestros seres queridos, hay esperanza en la promesa que nos ha hecho Dios de contar con un lugar seguro en medio de las tormentas futuras”.
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