El dulce mensaje que una pareja recibió en el templo de su bebé fallecida

pérdida de un bebé

Pasaron unos días antes de que descubriéramos que ella había fallecido…

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Unos días atrás, todo estaba bien. Mi esposo Leroy y yo estábamos tomados de las manos sentados en silencio en el Salón Celestial del templo cuando de repente ambos fuimos llenos del Espíritu. Esperábamos con alegría la llegada de nuestro primera bebé. Le había pedido a Leroy que orara por nosotros porque me sentía muy sensible emocionalmente. No puedo expresar adecuadamente cuán fuerte se sintió el Espíritu durante esa dulce oración.

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Al concluir, mi esposo me abrazó y me preguntó si había escuchado algo. No había escuchado nada. Le pregunté qué quería decir con eso; él me dijo que había escuchado una voz suave que decía: “Ella les ama y les extraña.”

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Aunque sabíamos que habíamos sentido el Espíritu durante ese tierno momento, no sabíamos lo que significaba el mensaje. Unos días después, experimenté un dolor increíble. Rápidamente nos dirigimos a ver al doctor. Estábamos muy asustados. El médico empezó a revisar los latidos del corazón de nuestra bebé… pero no encontró uno.

Las palabras no pueden expresar el dolor tan grande que sentimos. Nos enteramos de que nuestra bebé había fallecido unos días antes, en el momento de nuestra experiencia llena del Espíritu en el templo. Finalmente, entendimos que era “ella”. Nuestra preciosa hija que aún no nacía se estaba despidiendo.

Los efectos de esta experiencia pesaron mucho en mi corazón. Me sentí perdida, desanimada y deprimida. Hubo días en que simplemente no quería ver ni hablar con nadie. Me aislé. Alejé a mi esposo y a mi familia y dejé de ir a trabajar. Estaba enojada porque sentía que me habían arrebatado a alguien que era muy preciado para mí y muchas veces le preguntaba al Padre Celestial por qué había sucedido esto, ¿es que no nos ama?

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La verdad es que no quería saber por qué tuvimos que pasar por ese desafío. Yo estaba enojada. Todos a mi alrededor se acercaron para ayudarme, pero en mi dolor, hice que fuera demasiado difícil para ellos y para mí.

Fue un largo y difícil camino hacia la paz. El tiempo y el conocimiento de que las familias son eternas me dio la fuerza que necesitaba para levantarme y avanzar. Leroy era mi roca. Me alentó a seguir adelante, incluso con las cosas simples como asistir a la Iglesia y cumplir con mi llamamiento. Me guió con su ejemplo, y encontré una gran fuerza al observarlo.

Con el tiempo llegué a humillarme y dejé de preguntar: “¿Por qué”

Esta fue una gran prueba para nuestra familia, pero ahora me doy cuenta de que es en nuestras pruebas donde realmente vemos y sentimos el amor de nuestro Salvador, Jesucristo.

La Iglesia de Jesucristo

A través de la oración y el ayuno, nuestra tragedia se convirtió en una bendición de fe y testimonio.

Me enseñaron el plan de salvación a una edad temprana, y yo sabía que era verdad. Pero fue a través de esta prueba que he ganado un testimonio fuerte e inamovible y un profundo amor por el Salvador y Su plan de felicidad.

Estábamos en el extranjero cuando perdimos a nuestra hija. El dolor de tener que enterrarla tan lejos de casa fue enorme. Sin embargo, los convenios que Leroy y yo habíamos hecho en el templo cuando fuimos sellados se volvieron más dulces para mí de lo que nunca habían sido antes. Sentí que aunque su cuerpo estaba lejos, éramos una familia eterna. El guardar nuestros convenios significa que la muerte no puede separarnos para siempre.

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Seis meses después de perder a nuestra bebé, tuvimos la bendición de saber que estaba embarazada otra vez. Nuestra hija ahora tiene un año de edad y es una fuente constante de alegría en nuestras vidas.

Creo que si continuamos viviendo el Evangelio de Jesucristo y permanecemos en el camino del convenio, nos reuniremos con nuestra hija, a la que llamamos Pearl Suvania Sina-Lewa Toleafo.

Hay mucho gozo y paz que proviene de saber que las familias son eternas.

Este artículo fue escrito originalmente por Barbra Toleafoa y fue publicado originalmente por lds.org bajo el título “The Sweet Message One Couple Heard from Their Unborn Daughter in the Temple

Comentarios
Me han hecho llegar a las lágrimas estos artículos
María Eugenia Mancera

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