Así fue como José Smith registró la voz del Señor en Doctrina y Convenios

José Smith; la restauración

A los misioneros, se les exhorta a desarrollar un diario para que escriban su día a día. 

Como miembros, también se nos alienta a tomar nota en nuestros estudios del “Ven, Sígueme” o durante eventos como la conferencia general.

Los registros dentro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son un mandato que data desde la antigüedad. Lehi, por ejemplo, pidió a sus hijos volver por el desierto para conseguir las planchas de bronce y aprender de sus antepasados.

José Smith

¿Cómo logró escribir José las instrucciones que cara a cara recibió de Dios? Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El Libro de Mormón en sí mismo es producto del registro de los profetas en la vieja América para iluminar al mundo hoy en día.

Razón por la cual, durante todo el proceso de la restauración del evangelio, a José Smith también se le pidió registrar las revelaciones de Dios en un libro que hoy llamamos “Doctrina y Convenios”.

¿Pero cómo pudo escribir de forma precisa todas las palabras que el mismo Señor le revelaba de manera oral?

Los primeros registros

José Smith, Oliver Cowdery

José junto a Oliver. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Iniciemos con los primeros documentos oficiales que se preservaron para contar la historia de La Restauración.

Oliver Cowdery, uno de los primeros miembros y colaborador cercano de José Smith, asumió inicialmente la responsabilidad de llevar estos registros. Su dedicación a esta tarea fue fundamental en los años de formación de la Iglesia. Sin embargo, su llamamiento misional le obligó a ceder esta sagrada responsabilidad a otro siervo escogido.

John Whitmer, otro pionero, regresó de su misión y fue designado a mantener los registros de los Santos de los Últimos Días. Su función se consolidó aun más cuando José Smith le confió la responsabilidad de escribir y preservar la historia de la Iglesia. 

A pesar de la resistencia inicial de Whitmer —expresada mediante su humilde declaración: “Preferiría no hacerlo”— su compromiso con la misión de la Iglesia prevaleció, asegurando que los registros siguieran manteniéndose diligentemente.

Proceso riguroso y fidedigno

José Smith; Sidney Rigdon

Sidney y José deliberando. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

La meticulosa conservación de las revelaciones se extendió más allá del simple registro, hasta el proceso mismo por el cual se capturaron estos mensajes divinos.

Un ejemplo notable es la creación del prefacio que se encuentra en  Doctrina y Convenios. Como se documenta en  la sección 1, José Smith dictó el prefacio por medio del Espíritu mientras estaba sentado junto a una ventana, iniciando un proceso de colaboración con Sidney Rigdon.

Rigdon desempeñó un papel crucial en la transcripción de las revelaciones dictadas por José Smith. El proceso era repetitivo y sagrado: José pronunciaba unas cuantas frases, él las escribía, las leía en voz alta y, una vez que José confirmaba su exactitud, el proceso continuaba.

Este método garantizaba que los registros escritos reflejaran fielmente la inspiración divina que José Smith recibió, preservando así la integridad y autenticidad de las revelaciones.

Este esfuerzo colaborativo entre José Smith y Sidney Rigdon fue decisivo para la creación de  Doctrina y Convenios. La obediencia de Rigdon y su atención al dictado de José fueron vitales para captar las palabras exactas pronunciadas por Cristo, salvaguardando así los fundamentos doctrinales de la Iglesia.

Mantener un legado de registros

estudio; escrituras; mujeres; leyendo escrituras; lecturas de libro de mormón

Hoy disfrutamos de textos divinos muy antiguos. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Así, gracias al establecimiento de un sólido sistema de registros, se fomentó la transparencia y la rendición de cuentas entre los líderes y los miembros de la Iglesia, y permitió la transmisión precisa de enseñanzas, ordenanzas y guía profética, que son esenciales para el crecimiento espiritual y la unidad de los santos.

Estos esfuerzos de documentación también sentaron un precedente para las generaciones futuras, al poner de relieve la importancia de preservar la revelación divina y la historia de la Iglesia. Un legado que se ve reflejado en la permanente restauración y conservación de registros, garantizando que las enseñanzas sagradas permanezcan accesibles y no se vean contaminadas por el paso del tiempo.

A medida que la Iglesia continúa creciendo y evolucionando, la obra de estos primeros encargados de los registros sigue siendo una guía que ejemplifica la importancia de la documentación fiel para sostener nuestra doctrina.

Este año, al estudiar Doctrina y Convenios en las clases del “Ven, Sígueme”, asegúrate de recordar el admirable esfuerzo de los primeros santos para que disfrutemos, hoy, de estas bellas verdades.

Fuente: Ask Gramps

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