“Y ahora ¿cómo hago para irme a la misión? ¿Por dónde empiezo? ¿Por cuánto exámenes médicos tengo que pasar? ¿Y si mi obispo siente que no estoy listo?” Estas y otras preguntas pueden atormentar y probablemente desanimar a los jóvenes Santos de los Últimos Días que desean salir a una misión de tiempo completo.
Así que en Más Fe queremos contarles a todos los jóvenes y jovencitas que este proceso de preparación para la misión no puede ser tan difícil ni tan largo como parece.
¿Cómo lo hicimos? Ayudando a dos jóvenes en Lima, Perú a preparar todos sus papeles (documentación y aprobaciones) necesarias en menos de 48 horas.
El hermoso mandamiento de servir una misión
Durante su primer discurso de la Conferencia General N°192, el presidente Russell M. Nelson habló sobre la guerra y reiteró el mandamiento a los jóvenes de servir en una misión de tiempo completo.
El presidente Nelson comenzó su discurso diciendo:
“Como seguidores de Jesucristo, suplicamos a los líderes de las naciones que encuentren soluciones pacíficas a sus diferencias. Hacemos un llamado a las personas de todas partes del mundo para que oren por los necesitados, hagan lo que puedan para ayudar a los afligidos y busquen la ayuda del Señor para poner fin a cualquier conflicto importante…
Hoy reafirmo firmemente que el Señor ha pedido a todo joven digno y capaz que se prepare para una misión y la sirva.
Para los jóvenes Santos de los Últimos Días, el servicio misional es una responsabilidad del sacerdocio.
Ustedes, jóvenes, habéis sido reservados para este tiempo en el que se está llevando a cabo el prometido recogimiento de Israel.
¡Al servir en misiones, juegan un papel fundamental en este evento sin precedentes!
“Para ustedes, hermanas jóvenes y capaces, una misión es también una oportunidad poderosa, pero opcional.
Amamos a las hermanas misioneras y les damos la bienvenida de todo corazón.
¡Es magnífico lo que aportan a esta obra! Oren para saber si el Señor desea que sirvan en una misión y el Espíritu Santo responderá a su corazón y mente.
Queridos jóvenes amigos, cada uno de ustedes es vital para el Señor”.