En estos últimos años he preguntado a distintas jovencitas Santos de los Últimos Días qué esperan de los jovenes que retornan de la misión y desean salir en citas con miras al matrimonio eterno.
Después de varias conversaciones, llegué a la siguiente conclusión en los siguientes 4 aspectos que a las jóvenes de la Iglesia les gustaría encontrar en sus posibles novios.
Que sea auténtico
Si bien es cierto, en la misión se adquieren posturas y hasta formas de hablar muy uniformes que les ayudan a ser mejores representantes de Jesucristo, pero ahora, que ya regresaste, es el tiempo para demostrar quién eres.
Sean ustedes mismos, hablen con un tono de voz que es suyo. No tienen que vestirte siempre de corbata y camisa. Sin embargo, continúen con esa pulcritud que presentaban en su misión.
Ahora bien, esto tal vez corresponda a la forma pero también corresponde al fondo, sean honestos con ustedes mismos, tengan claro sus metas y de lo que quieren llegar a ser. Definan el tipo de compañera que desean tener y no vacilen en sus citas.
- Prepárense académicamente: En este tiempo es menester que estemos preparados en todos los aspectos. Continuar con sus estudios seculares les ayudarán para ser competitivos profesionales, preparados líderes en la Iglesia y excelentes esposos y padres.
Recuerden las palabras de Alma a su hijo Helamán: “… Aprende sabiduría en tu juventud…”
No hay nada más atractivo que hablar con un joven de literatura, política, física o biología, etc. Alguien de quién aprender e inspirase para seguir buscando conocimiento. Alguien con quien hablar horas de horas y admirarlo por sus conocimientos.
- Tenga un empleo. Sean autosuficientes: Muchas de mis amigas han comentado que la mayoría de citas con jóvenes de la iglesia han sido lamentables ya que tuvieron que pagar la cena o el cine. Esta situación deja mucho que pensar… Demuestren que son capaces de mantener un hogar por ustedes mismos. Citaré parte de LA FAMILIA. Una proclamación para el mundo: “Por designio divino, el padre debe presidir sobre la familia con amor y rectitud y tiene la responsabilidad de protegerla y de proveerle las cosas necesarias de la vida.”
- Procuren ganar nuevas experiencias espirituales: Es cierto, nos encanta escucharlos contar todas sus experiencias en la misión pero necesitamos saber qué hacen ahora por continuar con ese mismo espíritu. Recuerden hay vida después de la misión y situaciones en las que podemos seguir desarrollando nuestros talentos. El que hayan retornado de una misión no los hace perfectos o superiores pero si diferentes y eso tiene que demostrarse ahora. Tengan un llamamiento cúmplanlo de tal forma que demuestren que así lo hicieron como misioneros. Recuerdo que en una ocasión mi obispo me comentó lo siguiente: “Si él es un buen joven, no estaría hoy visitándote en el barrio y estaría en el suyo cumpliendo con su llamamiento”.
Algunos talvez cumplan con estas 4 cosas y otros trabajando en esto que la mayoría de jovencitas observan pero si todavía no han encontrado a esa compañera eterna. Recuerden que “… la inteligencia se allega a la inteligencia; la sabiduría recibe a la sabiduría; la verdad abraza a la verdad; la virtud ama a la virtud; la luz se allega a la luz…” DyC 88:40.