5 Cosas Que Todo Futuro Misionero (Y Sus Padres) Necesitan Saber

Futuro misionero

Los futuros misioneros, sus padres, y sus líderes son inundados con información sobre la preparación, el ingreso, y el servir en el campo misional. Con toda esa información, decidir por dónde empezar puede ser abrumador. Aquí les presentamos 5 cosas simples que su misionero puede hacer para enfocarse en lo que es más importante para prepararse para servir:

1) Empieza A Memorizar DyC 4

Alma aconsejó a sus hijos antes de que ellos partieran a sus misiones tener una mente sobria al declarar las palabras de Dios (ver Alma 37:47; 38:15; 42:31). Esto significa tomar en serio las cosas que son más importantes y mantener la mente y el corazón enfocados en esos asuntos. Esto requiere que crezcamos espiritualmente y volvernos humildes y fácil de ser tratados  para que podamos  conseguir el conocimiento de la verdad y el conocimiento de nuestro Salvador Jesucristo. Esto nos permite convertirnos en hombres y mujeres de buen entendimiento. Con el entendimiento de estas grandes verdades, podemos apreciar el plan perfecto de Nuestro Padre Celestial y de la Expiación infinita de nuestro Salvador Jesucristo y nuestros corazones estarán llenos de gratitud. La gratitud nos atraerá a Cristo y se convierte en un catalizador de cambio. Con eso, nosotros “no tendremos más disposición en obrar mal, sino a hacer lo bueno continuamente” (Mosíah 5:2). Nos llenamos del amor de Dios y vivimos a la manera de la felicidad (ver 4 Nefi 1:15-16).

La sección 4 de Doctrina y Convenios se convierte en el estándar para ser misionero. Lee, medita y ora estos preciosos versículos. Esto toma tiempo. Es mucho más que memorizar siete versículos, es hasta que se convierte en parte de tu Espíritu. Literalmente se convierte en quien eres. Tendrás el deseo de invitar a todos a venir a Cristo, así como los hijos de Mosíah:

“Pues estaban deseosos de que la salvación fuese declarada a toda criatura, porque no podían soportar que alma humana alguna pereciera; si, aun el solo pensamiento de que alma alguna tuviera que padecer un tormento sin fin los hacía estremecer y temblar” (Mosíah 28:3).

Recuerda que necesitas tener fe en el arrepentimiento antes de declarar fe en el arrepentimiento. Necesitas venir a Cristo antes de invitar a las personas a venir a Cristo.

2) Sigue Adelante Con Todas Las Instrucciones Que Se Te Envían

Algunas veces, en la emoción de abrir un llamamiento misional, otras instrucciones importantes no son consideradas o no son leídas. Recuerda que necesitas escribir una carta de aceptación, endosada por tu obispo. Escribir esa carta es una parte importante al hacer un convenio con el Señor para servirle.

Además de enviar tu carta de aceptación, debes tomarte el tiempo de leer toda la información que viene en tu llamamiento. Tu paquete debe incluir un folleto con instrucciones específicas y recursos en línea que necesitarás cuando termines prepararte para servir. Después de recibir tu llamamiento por correo, recibirás otra carta del Centro de Capacitación Misional al que asistirás. Este contendrá toda la información que necesitarás para prepararte para tu tiempo en el CCM.

También es buena idea continuar asistiendo a la clase de preparación misional y estudiar cosas como Predicad Mi Evangelio. Al leer y seguir las instrucciones que te dan, será más fácil enfocarte en lo que es más importante, porque como el Señor promete en DyC 38:30, “Mas si estáis preparados, no temeréis”.

3) Prepárate Para Ser Investido En El Templo

Brigham Young declaró, “tú investidura es, recibir todas aquellas ordenanzas en la casa del Señor, las cuales son necesarias para ti, después de que dejes esta vida, que te permitirán caminar de vuelta a la presencia del Padre” (Discourses of Brigham Young, Widstoe p.416). En el sentido más simple, la investidura es una presentación mostrando cómo, a través de las ordenanzas y convenios, puedes regresar a la presencia de tu Padre Celestial.

La investidura es, al final, ser autorizado por Dios (ver DyC 38:32,38; 43:16; 105:11; 110:9; 132:59). Entendemos que el Salvador fue autorizado por Dios, por la última frase en Hechos se lee, “porque Dios estaba con él”. El Padre Celestial estará contigo igualmente por medio del Espíritu Santo. Él  te fortalecerá con la habilidad de hacer el bien, el poder de vivir justamente, el poder de caminar humildemente, el poder de juzgar correctamente, el poder del conocimiento y el poder de llenar tu espíritu de gozo (ver DyC 11:12-13).

Aunque entrar en el templo es algo que necesitas hacer antes de ir a una misión , recuerda que es en realidad el objetivo final. Tomar el curso de preparación para el templo, leyendo libros como El Santo Templo de Boyd K. Packer, y estudiando las escrituras son grandes formas de estar familiarizado con los principios que aprenderás en el templo y te ayudarán a estar mejor preparado para entender por qué el templo es una parte muy importante de tu servicio misional.

Los primeros apóstoles fueron aconsejados, “mas vosotros quedaos en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis investidos con el poder de lo alto”(Lucas 24:49). Al igual que los apóstoles de nuestros días, “y esto no puede llevarse a cabo sino hasta que mis élderes sean investidos con el poder de lo alto” (DyC 105: 11). Igualmente, hoy en día tú eres investido con el poder de lo alto al servir en tu misión.

4) Aprovecha Al Máximo Tu Experiencia En El CCM

El CCM es una parada importante en tu camino al campo misional. En tu primer día como misionero, recibirás un folleto titulado La Experiencia De Un Misionero En El CCM. Este folleto va de la mano con Predicad Mi Evangelio para enseñarte las habilidades que necesitarás saber como misionero. La introducción de La Experiencia De Un Misionero En El CCM  dice:

“Cada día planearás, estudiarás, y enseñarás. El modelo diario de la planeación, el estudio y las actividades enseñanza encajan. La planeación te prepara para estudiar enfocandote en tus investigadores. El estudio te prepara para enseñar por medio del Espíritu. La enseñanza te ayuda a entender mejor a tus investigadores y qué plan y estudio es el siguiente. Cada paso es una oportunidad de buscar dirección del Señor y cumplir tu propósito como misionero.

Tus maestros te ayudarán a ser efectivo al planear, estudiar y enseñar. Por último serás capaz de llevar a cabo estas actividades por tu cuenta a medida que constantemente te enfoques en ayudar a aquellos que enseñes tengan fe en Jesucristo y sean convertidos”.

¡Lleva este modelo en el corazón! Planear, estudiar, y enseñar será el modelo de la vida de un misionero que te mantendrá centrado en tu propósito:  invitar a otros a venir a Cristo. Aunque puedas estar ansioso por entrar al campo misional, el tiempo y el esfuerzo que pases en en CCM desarrollando buenos hábitos y expandiendo tu conocimiento y testimonio será invaluable una vez que te encuentres en el campo misional.

5) Práctica Dejando Tu Luz Que Brille

En 3 Nefi, Jesucristo dice a sus discípulos que ellos son “la luz de este pueblo” (3 Nefi 12:14), y explica que ellos bendecirán a todos los hijos del Padre Celestial. Cristo también instruye a los Nefitas a no poner su luz debajo de un almud, sino ponerla “en un candelero, y da luz a todos los que están en la casa” (3 Ne. 12:15). La misma instrucción aplica para ti: cuando posees la luz de Jesucristo, tu no debes ponerla bajo un almud. Esa luz debe mantenerse para que otros vean y se acerquen. Entonces y sólo entonces serás un verdadero y digno representante de nuestro Salvador. Antes de irte, practica pasar menos tiempo en tu teléfono y más tiempo observando a las personas a tu alrededor. Encuentra maneras de iniciar conversaciones con aquellos con los que te encuentres cada día, o encuentra una manera de usar un talento especial para compartir tu testimonio. Una vez que te encuentres en el campo, estas mismas habilidades pueden ser aplicadas, y tal vez serán incluso más fácil si ya las has practicado.

Nosotros elegimos, como Alma hijo, ser instrumentos en las manos de Dios para encontrar, y ayudar a salvar a los hijos de Dios. Se te ha dado la fuerza y las habilidades más allá de las propias mientras te embarcas en este esfuerzo. Todo el conocimiento y habilidades que aprendas serán magnificadas por el poder del Espíritu Santo.

Tomar sobre sí la naturaleza divina de Cristo (ver Pedro 1: 3-10; DyC 4: 6). Amen a aquellos que enseñan, Testifiquen del conocimiento de la verdad y de nuestro Salvador por el poder del Espíritu Santo e inviten a todos a venir a Él. Hagan esto y tendrán gozo al servir al Señor Jesucristo como uno de Sus discípulos.

Este artículo fue escrito por Edgar J. Pinear para LdsLiving.com y traducido al español por Wendy Vianey Almazán Cano para mormonsud.com

 

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