Alex Murphy es un gran ejemplo de fe firme y esfuerzo constante por servir a Dios.
Recientemente, se convirtió en el primer misionero de servicio a la Iglesia de Nueva Zelanda a pesar de sus condiciones mentales y físicas.
Murphy siempre tuvo el deseo de servir en una misión y este deseo se incrementó al ver a sus amigos partir para predicar el evangelio durante dos años.
Ver partir a sus amigos y saber que no podría hacer lo mismo, fue una experiencia difícil para él. Sin embargo, las cosas comenzaron a mejorar en noviembre de 2018, ya que las misiones de servicio se convirtieron en una opción.
Entonces, esto significaría que Alex podría servir. Así que, comenzó a hacer sus papeles para la misión. Sin embargo, como sabemos, en todo debe haber oposición, así que, comenzó la pandemia y este proceso tan anhelado por Murphy se retrasó.
Debido a que la pandemia afectó el negocio de la familia Murphy, decidieron mudarse de Estados Unidos, donde Alex vivió desde los 5 años, a Nueva Zelanda, su país natal.
Todo parecía estar perdido, ya que en Nueva Zelanda aún no se habían establecido las misiones de servicio. Entonces, tendría que seguir esperando por esa anhelada misión.
Finalmente, este año, el élder Murphy pudo presentar sus documentos para la misión, poco después recibió su llamamiento.
La emoción continuó cuando se enteró de que serviría durante los próximos dos años en Nueva Zelanda, exactamente donde lo había deseado.
El élder Murphy ahora disfruta de su nuevo llamamiento. Sirve en una variedad de capacidades. Por ejemplo, en el Campamento Tuhikaramea de la Iglesia, que fue desarrollado por su tío abuelo.
En el campamento, el élder Murphy se encarga del mantenimiento y disfruta conduciendo el vehículo utilitario “buggy”.
Además, enseña seminario por las mañanas junto a su madre, asiste a clases semanales en el instituto de religión, canta en el Coro Interreligioso de Hamilton, toma lecciones de piano, ha ayudado a la organización St. Vincent De Paul y en la limpieza del Templo de Hamilton, Nueva Zelanda.
De su hijo, Lizett Murphy dijo:
“Durante todo el cambio y la espera, ha sido positivo, ha tenido fe y ahora siente que todo está bien. Hemos visto a un élder Murphy mucho más feliz, realizado, lleno de propósito e independiente. Poder servir a diario lo lleva a un nuevo nivel de ser”.
Sobre las misiones de servicio
Las misiones de servicio brindan oportunidades para que aquellos que no pueden servir en misiones de proselitismo sigan prestando servicio según sus circunstancias.
Fuente: Church News