Élder Andersen: Misioneros, su placa es un símbolo de rectitud y honor

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El élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, se dirigió a todos los misioneros en un devocional dentro del Centro de Capacitación Misional en Provo, Utah.

Su mensaje se centró en las responsabilidades que cada misionero tiene al momento de servir al Señor, desde compartir el evangelio hasta cómo vencer las adversidades. 

Ser como un misionero 

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El élder Andersen en el devocional para los misioneros en el Centro de Capacitación de Provo, Utah. Créditos: Scott G Winterton, Deseret News

En el devocional, el élder Andersen enseño cómo la obediencia se asemeja a un gran reloj de arena.

Aunque puede ser difícil al principio, un misionero debe sentirse cómodo al obedecer los estándares de la obediencia. 

Una vez que los misioneros aprenden de la obediencia, como la arena que pasa por el centro del reloj de arena, “la vida se abre para ellos”. 

El élder Andersen enseñó lo siguiente:

“Una de las cosas que van a desarrollar cada vez más, es la compresión clara de lo que saben, lo que creen y sienten”. 

Convertirse en misionero

El élder Andersen junto. a los misioneros al final del devocional.
Créditos: Scott G Winterton, Deseret News

Como cualquier joven misionero en el CCM, él élder Andersen también tuvo dificultades para sentir en paz con su nuevo llamamiento:

“Me costaba convertirme en la persona que quería ser. Oraba por paz, pero fue a medida que guardaba los mandamientos que empecé a sentir esa paz”. 

Además enseñó que ser un discípulo de Cristo requiere más que solo aprender de Sus enseñanzas. 

“Sí se requiere aprender de Él, de las Escrituras, pero también implica actuar de acuerdo a esas creencias, obedecerlas y trabajar en ellas. 

Aprenden, creen, oran y luego ponen en práctica estas cosas, y al hacerlo, sabrán que son verdaderas”. 

Superarse como misionero

El élder Andersen compartiendo un discurso a todos los misioneros en el Centro Capacitación Misional de Provo, Utah.
Créditos: Scott G Winterton, Deseret News

Servir una misión puede ser una prueba debido a las nuevas situaciones y el estilos de vida al que debemos de adaptarnos. 

“Gracias a las experiencias que obtuve en la misión, aprendí que debo contar con el Salvador, depender de Él, buscarlo y dejar que me consuele mientras superó los desafíos”. 

El apóstol, también testifico que incluso cuando las bendiciones misionales no llegan de inmediato, los misioneros deben de confiar en Dios. 

“Si siguen adelante, haciendo lo correcto y dependen en el Señor, les prometo en Su nombre que no solo les llegará guía espiritual, sino poder espiritual: 

El poder de saber, el poder de creer y el poder de ayudar a otras personas. 

A medida que se preparan, obtendrán experiencias que los guiarán el resto de su vida mortal y  por las eternidades”. 

Compartir como misionero

El élder Andersen junto a misioneros durante el devocional de Centro de Capacitación Misional en Provo, Utah.
Créditos: Scott G Winterton, Deseret News

Además, el apóstol declaró para los misioneros de todo el mundo:

“A medida que sirvan con rectitud, su placa misional será una insignia de gran honor para ustedes por toda la eternidad. Úsenla bien. No tengan miedo de convertirte en más de lo que son”.

El élder Andersen reconoció la obra de los misioneros en todas partes del mundo, ya sea con más o menos bautismo que en otros lugares. 

“Ustedes enseñan y ayudan a aquellos que están listos para acercarse a Cristo, le enseñan quien es Él, les ayudan a saber que deben alinear su vida con Su misión, con Sus enseñanzas, dan a conocer a las personas lo que hay que dentro de ustedes, que han desarrollado un testimonio muy firme de Él” 

Fuente: Church News

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