Emotivo encuentro de gemelos misioneros retornados con sus padres biológicos

En abril de 2004, en un pequeño pueblo de Etiopía, una madre que atravesaba tiempos muy difíciles dio a luz a dos gemelos.

En un mal estado de salud, sin recursos para cuidar a sus recién nacidos y además de tener dos hijos pequeños, decidió entregarlos en adopción, esperando que encontraran un hogar lleno de amor.

Durante una semana, oró sin cesar, pidiendo que sus hijos sea críados en un ambiente seguro y de fe.

Un año antes, en junio de 2003, Jamie Williams, una mujer de Mesa, Arizona, sintió un fuerte impulso al leer sobre el trabajo humanitario en Etiopía. 

En un pequeño pueblo de Etiopía, una madre que atravesaba tiempos muy difíciles. Créditos: Familia Williams

Junto a su esposo, Tarik, comenzaron el proceso de adopción, aunque ya tenían dos hijas pequeñas. Lo que no sabían en ese momento era que los niños que adoptarían aún no habían nacido.

Después de 18 meses de papeleo y trámites, finalmente en noviembre de 2004 recibieron la noticia que tanto esperaban: habían dos pequeños gemelos en Etiopía que necesitaban un hogar. Dos semanas después, Jamie y Tarik volaron a Etiopía para conocer a sus hijos, a quienes llamarían Jesse y Josh. 

Un año después, la adopción fue oficial, y la familia vivió un momento muy especial cuando fueron “sellados” como familia en un Templo de Arizona.

Había dos pequeños gemelos en Etiopía que necesitaban un hogar. Créditos: Familia Williams

Con el tiempo, los gemelos crecieron rodeados de amor. Cuando alcanzaron la edad adulta, ambos decidieron servir misiones para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. 

Jesse sirvió en Baltimore, Maryland, y Josh en Etiopía, el país donde nacío. Sabía que su misión le daría  la oportunidad de reencontrarse con su hermana mayor, Hamame, o incluso con otros familiares.

Un año después de llegar a Etiopía, Josh recibió un mensaje por Facebook de una mujer llamada Teynish, quien decía ser su familiar. 

Con el tiempo, los gemelos crecieron rodeados de amor. Créditos: Familia Williams

En el mensaje, ella afirmaba que los gemelos habían sido “secuestrados” por sus padres adoptivos, lo que causó cierta preocupación en Jamie y Tarik. Sin embargo, Josh decidió seguir adelante y conocer a estas personas que decían ser parte de su familia.

El 8 de septiembre de 2023, Josh finalmente se reunió con su hermano, primo y otros familiares. Descubrió que durante los primeros diez años de su vida, su familia biológica recibió informes anuales sobre él y su hermano. Sin embargo, cuando la agencia de adopción cerró, los informes dejaron de llegar, y su familia temió que algo malo hubiera pasado.

El 8 de septiembre de 2023, Josh finalmente se reunió con su hermano, primo y otros familiares. Créditos: Familia Williams

En enero de 2024, Josh vivió un momento muy emotivo cuando conoció a su padre biológico, Terefe Ashebo.

Al ver el nombre de Jesucristo en la placa misional de Josh, su padre se sintió profundamente agradecido de que sus hijos hubieran crecido con una base sólida en la fe. Además, Josh descubrió que tenía otros cinco hermanos biológicos.

A pesar de su emoción por reencontrarse con todos, decidió esperar hasta que su hermano Jesse también pudiera estar presente para conocer a toda la familia juntos. Finalmente, en agosto de 2024, tras terminar su misión en Baltimore, Jesse viajó junto a sus padres y Josh a Etiopía para el reencuentro.

La llegada a Gimbichu, el pueblo donde nacieron, fue todo un evento.

Este reencuentro fue una experiencia inolvidable, llena de amor y gratitud. Créditos: Familia Williams

Decenas de familiares y vecinos los recibieron con cánticos y alegría. Aunque esperaban encontrarse con solo unos cuantos familiares, el recibimiento fue mucho más grande de lo que habían imaginado. Las personas llegaron desde todos lados, algunos en motos, para celebrar el regreso de los gemelos.

Jesse expresó que ese momento fue como un abrazo cálido, no solo de su familia biológica, sino también del Salvador. Para la familia Williams, este reencuentro fue una experiencia inolvidable, llena de amor y gratitud.

“Fue el momento más increíble de nuestras vidas. Parecía que todo lo que habíamos vivido nos había llevado a ese instante”. 

Fuente: Church News

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