Usted puede estar familiarizado con la idea de jóvenes varones bien afeitados y de aspecto limpio, vistiendo trajes oscuros con placas que los identifican como misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.Esto es probablemente porque en la actualidad hay más de 40,000 misioneros sirviendo en áreas alrededor del mundo. Pero usted tal vez no sepa que también hay mujeres sirviendo en misiones. Son aproximadamente 13,000 las mujeres que integran la fuerza proselitista de la Iglesia.
A diferencia de los jóvenes varones que generalmente empiezan su servicio misional a la edad de 19 años, una mujer se encuentra apta para iniciar su servicio misional a la edad de 21 años y servirá durante 18 meses. Debido a que la Iglesia no paga a sus misioneros, las señoritas usualmente comienzan a ahorrar a una temprana edad con el objetivo de poder afrontar sus propios gastos. Dependiendo del lugar en el que vivan y al que son llamadas a servir, las nuevas misioneras asistirán a uno de los 17 Centros de Capacitación Misional (CCM) alrededor del mundo. Allí, se sumergirán en las escrituras y en la doctrina, aprendiendo a confiar en el Señor, a enseñar e incluso posiblemente aprendiendo un idioma extranjero. Después de entre 3 y 8 semanasde capacitación, las misioneras abandonan el CCM y se dirigen a algún rincón del mundo que ellas llegarán a conocer y amar por un período de un año y medio.
M. Russell Ballard dijo:
Servir en una misión de tiempo completo es algo totalmente adecuado para una joven si eso es lo que ella desea hacer y es digna. Poseer el Sacerdocio implica para el joven la obligación de llevar al mundo el mensaje de la Restauración. Se invita a las hermanas a participar en la obra misional atendiendo a sus circunstancias. Si tuvieran expectativas de matrimonio, ése es un llamamiento mayor; sin embargo, las jóvenes que se encuentran en condiciones de servir llegan a ser grandes misioneras. Son buenas maestras, muestran empatía y se relacionan muy bien con las mujeres. No creo que exista en el mundo una misión con un presidente que no se sienta encantado de tener más misioneras.
(M. Russell Ballard, “How to Prepare to Be a Good Missionary”, “Cómo prepararse para ser un buen misionero”, New Era, revista en inglés, Mar 2007, 6–11)
Además de estas jóvenes hermanas misioneras, una mujer también puede decidir servir en una misión cuando es mayor. Puede ser parte de una pareja de misioneros junto a su esposo, en el caso de estar casada o como una hermana misionera mayor si no lo está. Hay muchos tipos de servicios misionales disponibles para estas hermanas.Pueden disfrutar una misión de servicio o una misión que se centra en la “salud, bienestar u otras necesidades”. Pueden servir en un lugar cercano a su hogar cuando se necesiten voluntarias en su área. O pueden viajar a otros lugares del mundo para servir.
Sin tener en cuenta su edad, misión o tipo de servicio, la experiencia misional para las mujeres puede ser una de las obras más desafiantes que pueden afrontar en sus vidas. A su vez, también puede ser la más gratificante.
Por Andrya Lewis el 30 de noviembre de 2007