Las parejas Santo de los Últimos Días de todas las edades hablan sobre servir una misión juntos en una edad avanzada.
Para algunos misioneros mayores, esta puede ser la primera vez que sirven a tiempo completo cumpliendo así el sueño de su vida.
Algunas parejas suelen pensar que una misión para mayores es algo para lo que solo deben prepararse en el futuro y no se dan cuenta de que hay cosas que pueden hacer en el presente.
Aquí te comparto tres cosas que debes de tomar en cuenta. ¡Veamos!
1. Finanzas
Primero que nada, una misión requiere cierta cantidad de dinero.
Para los misioneros jóvenes, la Iglesia designa una cantidad de dinero sin importar el lugar en donde sirven; esto es para cubrir gastos como la alimentación, estadía y transporte. Los jóvenes misioneros también contribuyen con una parte.
En el caso de los misioneros mayores, es necesario que como cónyuges tengan una cantidad de dinero ahorrado, puesto que se espera que cubran el costo total de una misión.
Para esto puedes ver las oportunidades de servicio que existen para matrimonios misioneros y conocer el costo de cada misión en la página de la Iglesia.
Por ejemplo, si deseas servir en Londres, Inglaterra, debes ser consciente de que esa ciudad requerirá que tengas los medios necesarios para realizar tu servicio.
Por otro lado, servir en el templo, suele costar un poco menos, ya que en algunas ocasiones este ofrece alojamiento gratis para los matrimonios misioneros.
Es por eso que es muy importante que busques oportunidades para servir que vayan de acuerdo a tus necesidades.
Una vez que tengas lista la aplicación, la Iglesia te preguntará cuánto pagarán, cómo lo pagarán y quién los ayudará a cubrir los gastos del mes.
2. Relaciones
Otra cosa que debes tomar en cuenta es tu relación como pareja.
Hoy en día, las parejas de todas las edades están sumamente ocupadas y toman decisiones independientes sobre el uso de su tiempo y recursos.
Por ejemplo, un matrimonio misionero no solo se trata de estar juntos todos los días, también deberán decidir cómo usar su tiempo y planificar lo que harán en su misión.
Las nuevas normas de relación e interacción en una misión podrían sorprenderlos y requerir algunos ajustes de ambas parte.
Si como pareja tu cónyuge y tú son juiciosos con lo que harán dentro de su misión, entonces podrán planificarlo de manera consciente, con coordinación y cooperación.
Analicen qué cosas mejorar como familia. Trabajar juntos no es tan fácil a los 60 como a los 30, así que empiecen a practicar esto desde ya.
3. Conocimiento del evangelio
Es probable que pienses que tendrás más tiempo para estudiar el evangelio cuando tengas una edad avanzada, pero en realidad este conocimiento se adquiere línea por línea, precepto por precepto.
No hay un curso intensivo para aprender el evangelio.
En tu misión vas a tener muchas preguntas sobre el evangelio, sobre las familias y la vida, por lo que será necesario reforzar ese conocimiento desde antes.
El presidente Spencer W. Kimball enseñó:
“En nuestra vida, el aceite de la preparación se acumula gota a gota por medio de una vida de rectitud… la predicación del evangelio, el estudio de las Escrituras; cada acto de dedicación y obediencia constituye una gota que se agrega a nuestra reserva”.
Ahora es el momento en donde puedes comenzar a llenar la lámpara para comprender cada vez más el evangelio. Ahora es el momento de comenzar a estudiar el evangelio junto a tu cónyuge, como compañeros. Estudien Predicad Mi Evangelio juntos, hablen sobren lo aprendido durante la conferencia general.
No solo encontrarán tesoros ocultos al estudiar, sino que también encontrarán gozo en las riquezas del evangelio.
Ahora que tienes toda esta información, comienza a prepararte junto a tu cónyuge para ser servir como misioneros mayores. Lo increíble de esto es que recibirán grandes bendiciones cada minuto desde el momento que inicien a servirle al Señor.
Fuente: LDS Living