Una erupción volcánica cerca del Reino de Tonga, el sábado 15 de enero, provocó olas de tsunami, inundaciones y la caída de cenizas.
La Iglesia reportó que los misioneros que sirven en la Misión Tonga Nukualofa se encuentran a salvo, sin embargo, la comunicación con los misioneros de la segunda misión del país todavía no se ha podido establecer debido a que las líneas de comunicación han caído.
El élder Ian S. Ardern, presidente del Área del Pacífico de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, expresó el 17 de enero:
“Estamos orando fervientemente por nuestros hermanos y hermanas en Tonga y por sus seres queridos en todo el mundo que esperan noticias.
Estamos trabajando junto con el gobierno y otros funcionarios de la región para identificar las necesidades urgentes y la manera en que podemos ayudar para aliviar el sufrimiento y socorrer a las comunidades a recuperarse después de este desastre”.
Los líderes de la Iglesia en Tonga no tienen conocimiento de ningún fallecimiento en Tongatapu, la isla principal de la nación.
La Iglesia participará en la distribución de 50,000 mascarillas donadas y enviadas previamente a causa de la pandemia. Las mascarillas se están distribuyendo para evitar la inhalación de las cenizas del volcán.
Los líderes de la Iglesia continúan en contacto con los funcionarios del gobierno para que la Iglesia pueda apoyar los esfuerzos humanitarios en los próximos días y semanas.
Tonga cuenta con 174 congregaciones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Cuenta con un templo en Nukualofa y se está construyendo un segundo templo en la isla de Vavau.
La Iglesia posee 116 centros de reuniones para servicios de adoración y otras actividades, y administra seis escuelas.
Fuente: Newsroom