Los misioneros y misioneras Santos de los Últimos Días siempre se ofrecen a ayudar a los demás.
El mes pasado, en la ciudad de Saint George, Utah, la hermana Emily Hale y la hermana Jessie Lee tuvieron una experiencia única al salvarle la vida a una mujer de 62 años.
Las hermanas comentaron que estaban en camino de encontrarse con una amiga de la Iglesia en los apartamentos “Rincón del Sol” cuando vieron a Dara Knibbs fuera de su casa, quien había recibido seis picaduras de una avispa.
“Estábamos haciendo lo habitual, en camino a visitar a alguien que deseábamos conocer cuando vimos que había una mujer sentada que posiblemente necesitaba ayuda. Entonces, pensamos en acercarnos y saludarla para ofrecerle algún tipo de ayuda”.
Al acercarse, la señora les dijo:
“No me siento bien, creo que necesito ayuda”.
Las misioneras rápidamente llamaron al 911 y lograron mantener a Dara tranquila mientras esperaban la asistencia médica.
Debido a que Knibbs no podía hablar a causa de las picaduras, ella se comunicó con el lenguaje de señas. Aunque las misioneras nunca recibieron algún tipo de instrucción sobre este idioma, tuvieron la bendición de comprender todo lo que se les decía.
Dara Knibbs se encuentra muy agradecida por la ayuda que recibió de las misioneras. Siente que esta experiencia es un claro ejemplo de que Dios está pendiente de ella e intervino divinamente a su favor.
Finalmente, la hermana Hale compartió lo siguiente:
“Ese día no solo logramos llevar el espíritu de esperanza que necesitaba en su vida, sino que también la pudimos ayudar físicamente.
Con frecuencia nuestra labor es ayudar a los demás en el ámbito espiritual, sin embargo, aquel día fue muy impactante porque [le salvamos la vida]”.
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Fuente: LDS Daily