En medio de las dificultades que enfrenta el sistema educativo en Port Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea, una buena noticia llegó para los estudiantes de la escuela primaria Ward-Strip Demonstration en el distrito de Waigani.

Cuatro aulas antiguas que se utilizaban para las clases diarias en la Escuela Primaria Rilo en Babaka, Distrito de Rigo, Papúa Nueva Guinea, están programadas para ser demolidas. Nuevas aulas las reemplazaron el 7 de febrero de 2025.

Después de años enfrentando problemas de salud debido a instalaciones sanitarias inadecuadas, al punto que el colegio fue cerrado por inspectores de salud en 2020. Finalmente este jueves la comunidad celebró la inauguración de dos nuevos bloques de baños construidos gracias al apoyo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Imagen: La Iglesia de Jesucristo inauguró cuatro nuevas aulas en la Escuela Primaria Rilo en Tauruba, Papúa Nueva Guinea

Un gesto de amor al prójimo

Durante la ceremonia de inauguración, el presidente de la Iglesia en Port Moresby, Andrew Kau, destacó que este proyecto forma parte del compromiso cristiano de “cuidar a los necesitados, tal como lo hizo Cristo”. En un emotivo mensaje, expresó que este tipo de ayuda no distingue raza, género, nacionalidad o creencias religiosas.

«¿Qué puede hacer la Iglesia para ayudar a levantar a la generación que viene?», preguntó Kau a los presentes. Su respuesta fue invertir hoy en la educación de los niños es asegurar el bienestar del país en el futuro.

La donación no solo refleja el deseo de servir, sino también una filosofía muy clara de acción humanitaria: ayudar de forma neutral, imparcial, y con miras a fortalecer a las comunidades para que sean autosuficientes a largo plazo.

Una alianza histórica entre fe y gobierno

El evento fue un verdadero símbolo de unión. Estuvieron presentes el gobernador de la capital, Powes Parkop, el administrador de la ciudad, Ravu Frank, líderes escolares, maestros, estudiantes y representantes de la Iglesia.

Líderes de la comunidad y misioneros humanitarios de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días inspeccionan una de las nuevas aulas para estudiantes en Tauruba, Papúa Nueva Guinea. Las aulas se inauguraron el 24 de abril de 2025.

El gobernador Parkop agradeció públicamente el gesto generoso de la Iglesia y resaltó que esta era la primera vez que se concretaba una colaboración formal entre la Iglesia y el gobierno local. Además, animó a que esta alianza se extienda a otras áreas como la salud y el desarrollo comunitario.

Por su parte, Ravu Frank, como administrador de la ciudad, subrayó que servicios básicos como los baños escolares son tan importantes como las aulas o las viviendas para maestros, y que son esenciales para crear ambientes saludables para aprender y enseñar.

Una necesidad que no puede esperar

Imagen: Voluntarios, con apoyo de La Iglesia de Jesucristo, completaron un nuevo salón de clases en Port Vila.

La escuela actualmente atiende a 3,800 estudiantes, con una alarmante proporción de 70 alumnos por cada maestro. Ante este desafío, el presidente del consejo escolar, Celina Boso, pidió apoyo al gobernador para reducir esa cifra y mejorar la infraestructura escolar, que cuenta con poco espacio para seguir creciendo.

También hizo un llamado directo a los alumnos para que cuiden los nuevos baños y advirtió que cualquier acto de vandalismo tendría consecuencias serias. Además, Boso comentó con profunda gratitud:

«En mis seis años como parte de la dirección escolar, esta es la primera vez que veo un proyecto de desarrollo real en nuestra escuela»

Donde hay fe, hay servicio

 

Este evento no solo marcó la entrega de una infraestructura vital, sino también el nacimiento de un nuevo espíritu de colaboración. Demuestra cómo la fe puede ser una fuerza poderosa cuando se transforma en acción concreta. Es también una lección para todos: que servir a Dios siempre debe incluir el deseo sincero de servir a los demás.

Fuente: Church News

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