Durante la última sesión de la conferencia general de abril de 2022, el presidente Russell M. Nelson anunció 17 nuevas ubicaciones para edificación de nuevos templos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Y los miembros de la Iglesia de Sudamérica recibieron con alegría la noticia que tendría un nuevo templo en uno de las ciudades más turísticas de la región: Cusco.
Un templo de la Iglesia de Jesucristo al lado de una maravilla del mundo
El Templo de Cusco, Perú fue el primer templo en Latinoamérica que anunció el presidente Nelson esta tarde. Lo que quiere decir que pronto se edificará una Casa del Señor al lado de una las 7 maravillas del mundo: Machu Picchu.
El Santuario Histórico de Machu Picchu es una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, gracias a su imponencia y belleza de su conjunto arqueológico, ubicado en los andes peruanos a 2430 m.s.n.m.
Ahora existirá otra santidad en esta hermosa ciudad imperial: Un templo de la Iglesia de Jesucristo.
El 5to templo de Perú
El Templo de Cusco Perú será el quinto templo en Perú. El país es el hogar de aproximadamente 625.000 Santos de los Últimos Días repartidos en más de 775 congregaciones. Cusco se encuentra en la parte sureste del país y fue la capital del Imperio Inca. Los primeros misioneros llegaron al país en 1956. En el Perú viven más de 32 millones de personas. Otros templos en funcionamiento o en construcción incluyen el Templo de Arequipa Perú, el Templo de Lima Perú, el Templo de Trujillo Perú y el Templo de Lima Perú Los Olivos.
Los templos de la Iglesia de Jesucristo
Los templos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días difieren de los centros de reuniones o capillas donde los miembros se reúnen para los servicios de adoración dominicales. Cada templo se considera una “casa del Señor”, donde las enseñanzas de Jesucristo se reafirman a través de ceremonias sagradas como los matrimonios, que unen a las familias para siempre, y los bautismos por poderes en nombre de los antepasados fallecidos que no tuvieron la oportunidad de ser bautizados mientras vivían.