Declaración de la Iglesia sobre supuesta agresión sexual por un ex presidente de misión

declaración de la iglesia sobre agresión sexual de un ex presidente de misión

Mormonnewsroom.org página web oficial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha publicado la siguiente declaración en inglés sobre un tema que se esta comenzando a compartir en diferentes medios sobre una presunta agresión sexual de un ex presidente de misión, la siguiente declaración reafirma la estricta posición de la iglesia de tolerancia cero ante tan graves acucaciones.

Declaración oficial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

En respuesta a las preguntas de varios medios de comunicación sobre las denuncias de que un ex presidente de misión de la iglesia cometió agresión sexual, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días dio a conocer la siguiente declaración el martes 20 de marzo de 2018.

Estas acusaciones son muy serias y profundamente inquietantes. Si las acusaciones de agresión sexual son verdaderas, sería una trágica traición a nuestros estándares y daría como resultado una acción por parte de la Iglesia para disciplinar formalmente a cualquier miembro que fuera culpable de tal comportamiento, especialmente a alguien en una posición de confianza.

Este asunto señalado llamó la atención de la Iglesia en 2010, cuando una ex miembro de la Iglesia, que sirvió brevemente como misionera en 1984, les dijo a los líderes de la Estaca Pleasant Grove Utah West que había sido agredida sexualmente por el ex presidente del Centro de Capacitación Misión de Provo. Joseph Bishop, 25 años antes. Los líderes de la iglesia escucharon atentamente los reclamos y acusaciones que se hicieron y luego esto fue reportado inmediatamente al departamento de Policía de Pleasant Grove, y la policía la entrevistó en ese momento. La Iglesia no sabe lo que dijo en esa entrevista, pero la Iglesia no recibió más comunicaciones de la policía sobre el asunto.

Al mismo tiempo, la Iglesia remitió estas acusaciones a los líderes eclesiásticos locales de Joseph Bishop. Esos líderes se reunieron con el Sr. Bishop, quien negó las acusaciones. Al no poder verificar las acusaciones, no impusieron ninguna disciplina formal de la Iglesia sobre el Sr. Bishop en ese momento.

El asunto resurgió en 2016 cuando la misma persona se puso en contacto con un presidente de estaca en Pueblo, Colorado, y luego nuevamente hace unas semanas en enero de 2018, cuando la Iglesia fue contactada por un abogado que la representaba. Él proporcionó una copia de una grabación que ella había hecho de una conversación entre ella y Joseph Bishop, de 85 años, en diciembre de 2017. Desde ese momento, la Iglesia se ha involucrado en una investigación de las alegaciones de este individuo.

En el curso de esa investigación, tanto ella como el Sr. Bishop han sido entrevistados por un asesor legal externo. No es sorprendente que las historias, los cronogramas y los recuerdos de los involucrados sean dramáticamente diferentes. Esta mujer reafirmó sus acusaciones, y el Sr. Bishop una vez más las negó. No tenemos registro de una entrevista entre el élder Carlos E. Asay (1926-1999) y este individuo.

La Iglesia, como organización religiosa, no tiene las herramientas de investigación disponibles para las ejecución de aplicación de la ley. Tampoco puede la Iglesia sustituir a los tribunales en la adjudicación de reclamos legales. La Iglesia tiene una gran fe en el sistema judicial para determinar la verdad de estos reclamos. Sin embargo, la Iglesia se toma en serio su responsabilidad de responsabilizar a sus miembros por su conducta con respecto a las leyes de Dios y del hombre. Con ese fin, la Iglesia continúa su investigación de los reclamos hacia este individuo y actuará de manera consistente con su política de larga data de no tolerar el abuso.

Fuente: mormonnewsroom.org

Comentarios
Asqueroso. Absolutamente horrible.
Don Carlos
En relaciona a esta promulgación oficial por parte de la iglesia en lo relativo a una supuesta agresión sexual por un expresidente de misión a una joven en 1984, quiero advertir que lamentablemente estos hechos son más comunes de lo que pudiéramos imaginar, como miembro de la Iglesia he podido con tristeza y decepción ver que en pos de resguardar el buen nombre de la iglesia se han cometido graves omisiones y decisiones por demás inverosímiles que si bien han evitado el escándalo han dejado sufrimiento, dolor, impotencia y vacío en los corazones de muchos miembros sinceros y nobles que habiendo depositado toda su confianza en el Salvador han sido decepcionados por sus representantes a aquí en la Tierra, debe quedarnos claro que los hombres somos imperfectos y que todos cometemos errores pero no es posible que estos errores se repitan una y otra vez sin ser reconocidos, aceptados y enmendados, es importante señalar que la mayoría de los miembros de la iglesia somos hombres de buena voluntad tratando de perfeccionarnos, servir e impactar de manera positiva bajo el ejemplo de nuestro salvador, sin embargo no todos los miembros tienen la entereza espiritual para soportar y sortear los reveces y consecuencias de acciones por demás graves y lastimosas. En mi experiencia he conocido varios miembros que habiendo sido víctimas de estas decisiones han preferido retirarse de la iglesia y en muchos casos arremeter con fuerza en contra de lo que algún día fue su refugio ante las adversidades de la vida, la Iglesia regularmente se justifica diciendo: habrá justicia, los tiempos del Señor no son los nuestros, venimos a la Iglesia por nuestro salvador, no depositemos nuestra fe en los hombres sino en Jesucristo pero estas palabras no ofrecen una solución práctica en el aquí y en el ahora, no eliminan las consecuencias emocionales, los estigmas sociales y la pérdida de confianza. Pero Bueno es hora de ser más específicos, en una parte de la declaración textualmente leemos: “Estas acusaciones son muy serias y profundamente inquietantes. Si las acusaciones de agresión sexual son verdaderas, sería una trágica traición a nuestros estándares y daría como resultado una acción por parte de la Iglesia para disciplinar formalmente a cualquier miembro que fuera culpable de tal comportamiento, especialmente a alguien en una posición de confianza.” Nada más lejano de la realidad, conozco un caso de varios muy similares donde un miembro de la Iglesia y empleado del sistema educativo, que fue denunciado por una conducta inapropiada con señoritas y hermanas y que al ser confrontado niega la acusación pero que al presentarse las pruebas correspondientes es sujeto a la disciplina eclesiástica sin consecuencias graves ya que en unos días se traslada a otra unidad y es exonerado de toda falta, la iglesia se escuda en señalar que no le corresponde pronunciarse en este caso por no ser la autoridad competente para dar solución legal sin embargo yo preguntaría : ¿dónde queda el deber moral que en el ámbito interno tendría como obligación actuar con toda energía y autoridad para salvaguardar la integridad de las afectadas y de las posibles víctimas como una posibilidad latente en el ejercicio de sus actividades como empleado del sistema educativo?. Por otro lado la Iglesia precisa: “La Iglesia, como organización religiosa, no tiene las herramientas de investigación disponibles para las ejecución de aplicación de la ley. Tampoco puede la Iglesia sustituir a los tribunales en la adjudicación de reclamos legales. La Iglesia tiene una gran fe en el sistema judicial para determinar la verdad de estos reclamos. Sin embargo, la Iglesia se toma en serio su responsabilidad de responsabilizar a sus miembros por su conducta con respecto a las leyes de Dios y del hombre.” Lo cual es muy conveniente cuando el depredador conoce los alcances y procederes de la Iglesia en estos casos dándole una ventaja para actuar con impunidad y sigilo. En muchas ocasiones no es hasta que después de años salen a la luz nuevas evidencias inesperadas que obligan a la Iglesia a forzar acciones y declaraciones que concluyen en: Usted disculpe, ¿dónde inicia y termina la restitución del daño? Alguna vez John F. Kennedy menciono: “Como un hombre Sabio una vez dijo, un error solo se convierte en equivocación cuando te rehúsas a corregirlo”, ¿hasta cuándo se aceptaran estas realidades?, ¿hasta cuándo los miembros afectados dejaran de ser tomados como un daño colateral de las imperfecciones y malas decisiones como necesidad para proteger la imagen de la iglesia? Que acaso al pecador no se le pide: 1. Reconocer el pecado. 2. La confesión 3. El arrepiéntete 4. El no repetir la mala acción 5. Restitución del daño ¿Porque la Iglesia no predica con el ejemplo en estos casos?, no hay nada de indigno en reconocer que hubo un error, ¿porque no existe una política para actuar en congruencia con lo que se les pide a los miembros? y ¿por qué no restituir de manera objetiva y justa el daño?, ¿que acaso esto no devolvería la confianza de aquellos que han sido lastimados?, ¿acaso esto no engrandecería la iglesia de Jesucristo al ser una autentica defensora de la Verdad y la rectitud. Por otro lado el Jurídico de la Iglesia no queda exento de responsabilidad, por un lado se manejan en el filo del deber de su profesión y de las leyes del país donde ejercen y por el otro lado la lealtad a la Iglesia y a su liderazgo, lamentablemente en muchos casos el quedar bien no con Dios sino con el líder inmediato predomina y se termina actuando de manera inapropiada alejándose de todo principio ético y loable. Finalmente advierto: tenemos una “ juventud” temporalmente aletargada ¿pero por cuánto tiempo?, esta generación, busca respuestas, es juiciosa, es solidaria, es virtuosa es bondadosa, lucha por las causas nobles, busca justicia y aunque están en la iglesia a la vez no están, literalmente he escuchado “es que no tuvimos opción” , no podemos continuar evadiendo, maquillando, simulando o persuadiendo sin ser congruentes y verídicos, si la iglesia de Jesucristo debe cumplir su cometido en esta Tierra deberá revisar mucha de su política interna y replantear su posición ante esta problemática y otras tantas que necesitan estar acordes a los cambios que estamos viviendo , esto no quiere decir sucumbir en principios espirituales, sino todo lo contrario, rescatar la esencia del evangelio no centrándose en orgullos y banalidades egocéntricas que nos convierten en figuras y representaciones alejadas del auténtico amor de nuestro Padre Celestial y nuestro Señor Jesucristo. No mal interpreten mis palabras, amo el evangelio en su prístina pureza, se lo importante que es para muchas almas., un refugio invaluable de esperanza y consolación, sin embargo es necesario y relevante que la verdad y la luz acaricien hasta el último rincón de la Iglesia.
Heriberto Martinez Carillo
La impunidad no hace parte del Plan de Salvación. Encubrir pecados graves (crimenes) es complicidad. Los complices son tan culpables como quienes perpetran los malos actos. El nombre de La Iglesia se beneficia cuando se imparte justicia a los depredadores y se les desvincula a tiempo de nuestra organicación. Lamentablemente es la alta jerarquia eclesiástica la que se ve mas afectada porque se erosiona la confianza en ellos.
Fernando
comparto totalmente lo que dijeron los hermanos anteriores conozco casos de obispos que han agredido a hnas y han sido ellas las que tuvieron que alejarse de la iglesia y otras que han tenido frutos de esa agresión siendo estos "hermanos "no castigados y causa mucha tristeza ver el hambre espiritual de estas hnas criando a su niños solas.y alejadas,sin la visita de nadie, olvidadas por sus hermanos.
susana Baez
Ojalá algún día puedas superar tu dolor y frustración. Todo miembro de la iglesia sabe que cuando se reciben sanciones formales dentro de la disciplina de la iglesia, estas se anotan en la ficha de miembro y no importa a donde se mude esta sanción se cumplirá a dónde vaya.
Ivan
Espero que ud hable con fundamentos ciertos en cuanto al saber que esa persona ha habido un consejo de disciplina y haya recibido un juicio. Soy miembro de la iglesia desde hace 36 años y nunca he sabido de casos que tengan que ver no sólo con las leyes eclesiásticas sino que también sean reatos penados por la ley que la iglesia no haya intervenido espiritualmente expulsando a esa persona de la iglesia, porque es lo único que puede hacer. Existen leyes en cada país, las cuales deben seguir su curso y a las cuales las personas involucradas en este caso triste y condenable se han dirigido.
Zoila

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