La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha reafirmado su compromiso con el servicio y la lucha contra la hambruna en el mundo al donar $300,000 dólares a Midwest Food Bank (MFB), una organización basada en la fe con sede en Bloomington-Normal, Illinois.
Gran parte de esta generosa contribución se destinó a la compra de un nuevo semirremolque, lo que permitirá a MFB ampliar su capacidad de entrega a más de 2,500 organizaciones sin fines de lucro en todo Estados Unidos.
Este esfuerzo no solo busca reducir la hambruna y la desnutrición, sino también brindar apoyo a quienes enfrentan desastres naturales.
El 6 de diciembre de 2024, líderes locales y regionales de la Iglesia de Jesucristo se reunieron con Eric Hodel, director ejecutivo de MFB, y su equipo de liderazgo para celebrar la donación y recorrer las instalaciones de la organización.
Durante el evento, miembros locales de la Iglesia estuvieron presentes mientras el nuevo vehículo era mostrado a periodistas.
Eric Hodel expresó su agradecimiento al destacar el impacto de la donación:
“Su generosa contribución para adquirir este semirremolque y financiar su operación nos ayudará a rescatar, abastecer y distribuir alimentos de manera más eficiente”.
Hodel también enfatizó la valiosa colaboración de los voluntarios de la Iglesia en los 10 centros de MFB en Estados Unidos.
El élder Kirt L. Hodges, un Setenta de Área que representó a la Iglesia durante el evento, reflexionó sobre los valores comunes que facilitan esta colaboración:
“Estamos agradecidos de poder trabajar juntos y esperamos que este semirremolque recorra cientos de miles, incluso millones de millas, llevando ayuda a quienes lo necesitan”.
La relación entre la Iglesia de Jesucristo y MFB no es una asociación nueva. Además de esta donación, la producción de alimentos de la Iglesia en Utah ha suministrado más de $15 millones de dólares en alimentos a las instalaciones de MFB en todo el país.
Midwest Food Bank, fundada en 2003 en la granja familiar Kieser en el condado rural de McLean, Illinois, se ha convertido en el banco de alimentos privado más grande de Estados Unidos.
Con 10 centros nacionales y dos internacionales en África Oriental y Haití, su modelo permite a las agencias sin fines de lucro recoger alimentos mensualmente sin costo alguno.
Corey Wurtzbacher, presidente de la Estaca Peoria, compartió su experiencia de trabajar junto a otros miembros de la comunidad:
“Es una bendición para nosotros como miembros de la Iglesia poder servir hombro a hombro con quienes buscan elevar y ayudar a los necesitados”.
El presidente Wurtzbacher también destacó el alineamiento entre las misiones de ambas organizaciones:
“Puedes ver la luz en las personas que están verdaderamente comprometidas con hacer lo que el Padre Celestial quiere: amar a nuestro prójimo. Midwest Food Bank tiene la voluntad de hacer lo correcto, y su modelo nos permite complementar su labor”.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org