Con tan solo 10 días después de enterrar a su hijo Brian de 25 años, Jenn Suiter perdió a su esposo, Chris, en un accidente automovilístico.
Dos pérdidas devastadoras en menos de dos semanas que han dejado a su familia sin palabras y, sin embargo, quienes conocen a esa familia han conocido lo extraordinario: una fortaleza silenciosa, arraigada en la creencia de que las familias son eternas y que el amor trasciende el velo.
Chris Suiter, de 50 años, conducía por la autopista I-15 cuando un joven de 19 años, Riley Durst, cruzó la barrera de contención e invadió el carril contrario en Payson.

Ambos fallecieron en el acto. A raíz de esto, Jenn comentó:
“Estamos devastados, y siempre habrá un vacío en mi corazón, pero viviré por Christopher”.
Chris, misionero retornado y hombre de familia, cofundó junto a Jenn la empresa True Love Skin Care, inspirada en su historia de amor.
Jenn escribió en 2020:
“Estaba rota cuando nos conocimos. Creía que solo valía por lo que hacía por los demás. Chris me amó por quien soy y puso mis necesidades primero”.

Pero el golpe más difícil para Jenn había llegado apenas diez días antes, con la inesperada muerte de su hijo Brian.
Brian había luchado durante años con las secuelas de una lesión cerebral traumática sufrida en un accidente de cuatrimoto. Tras romperse el cuello, quedó con pérdida de memoria y dolores persistentes en el cuello y la espalda.
En los últimos meses, su situación se agravó.
“En el último mes, estaba olvidando más y se sentía abrumado”, relató Jenn. “Sumen las pruebas normales de la vida, la necesidad de cuidar de todos y el miedo a ser una carga, y se creó la tormenta perfecta”.

El día de su fallecimiento, Brian tomó la trágica decisión de quitarse la vida. Jenn lo compartió con gran valentía:
“Mi hermoso, inteligente y generoso hijo se quitó la vida hoy. Incluso en su partida, pensó en los demás. Por favor, si alguien está luchando, dígalo. Nadie es inmune a las dificultades”.
Brian sirvió en la Misión de Luisiana Baton Rouge (2018-2020), trabajaba como CNA, ayudó a lanzar la empresa Tier 1 Kinetics y era querido por todos.
“Brian amaba servir y pasar tiempo con sus hermanos”.

En medio de tanto dolor, Jenn ha sentido un apoyo divino:
“No sé si alguna vez han sentido que los cargan ángeles, pero así es como he sobrevivido estas dos semanas. Siento las oraciones y sé que nos cuidan desde el cielo.”
Ahora, Jenn es el único sostén de la familia. Su amiga Leah Eckstrom pidió apoyo:
“Jenn tiene un pequeño negocio que construyó junto a Chris. Lo mejor que podemos hacer es convertirnos en clientes y apoyarla.”
Dos campañas de GoFundMe siguen activas para ayudar a la familia.
Fuente:LDS Daily