Los suministros de socorro, incluidas bolsas de dormir, catres y tiendas de campaña, se están entregando a las agencias gubernamentales locales, la Cruz Roja y otras ONG.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días emitió la siguiente declaración sobre la crisis humanitaria en Europa del Este:
Muchos se preguntan cómo la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha estado ayudando a menguar la crisis humanitaria que se desarrolla como resultado del conflicto armado actual.
Desde las primeras horas del día, la Iglesia comenzó a contactar a amigos y organizaciones de caridad de la región para evaluar necesidades y adquirir alimentos y demás suministros importantes.
A través de décadas de experiencia en la prestación de asistencia durante desastres naturales, crisis de refugiados y otras condiciones humanitarias, hemos desarrollado un modelo probado y comprobado para identificar necesidades y brindar asistencia.
Este modelo incluye empoderar a los líderes locales para que usen los recursos financieros de la Iglesia con la finalidad de comprar bienes y servicios en la economía local a fin de proporcionar lo que realmente se necesita.
Siguiendo este patrón, la Presidencia del Área de Europa está trabajando con los equipos de las Oficinas Generales de la Iglesia para identificar y abordar las necesidades.
Los suministros de socorro, incluidas bolsas de dormir, catres y tiendas de campaña, se están entregando a las agencias gubernamentales locales, la Cruz Roja y otras ONG que atienden a los refugiados ucranianos que llegan a los países fronterizos.
Se está organizando ayuda adicional.
Los miembros de la Iglesia y amigos también han sido invitados a ayunar y orar por aquellos que han resultado muy afectados. Se compartirá más sobre los esfuerzos de la Iglesia en los próximos días y semanas.
Los miembros de la iglesia de todo el mundo han preguntado cómo ayudar o contribuir.
Les invitamos a hacerlo a través del Fondo de Ayuda Humanitaria de la Iglesia, que se utilizará para hacer frente a esta y otras crisis.
Fuente: LDS Living y Newsroom