La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha donado más de $4 millones de dólares para llevar ayuda urgente a cerca de 500,000 personas afectadas por el devastador terremoto de magnitud 7.7 que golpeó la región de Sagaing, en Myanmar, el pasado 28 de marzo de 2025.
Más de 3,600 personas perdieron la vida y al menos 200,000 fueron desplazadas, en una tragedia que también se sintió en Tailandia y China. Ante esta emergencia, la Iglesia no tardó en actuar, uniendo esfuerzos con cinco organizaciones humanitarias globales: CARE, International Medical Corps, Project HOPE, UNICEF y el World Food Programme.
Ayuda que salva y transforma vidas
Los fondos donados por la Iglesia están siendo utilizados para proporcionar:
- Agua potable y alimentos básicos, como arroz y legumbres.
- Kits de higiene y dignidad, esenciales para mujeres y niños.
- Suministros médicos, medicamentos y atención con unidades móviles.
- Refugios temporales, kits de cocina y luces solares.
- Instalaciones sanitarias y estaciones de lavado de manos.
- Tratamiento nutricional para niños con desnutrición severa.
Una fe que se pone en acción
La Iglesia ha declarado que estos esfuerzos forman parte de una respuesta continua y que se están evaluando nuevos proyectos de ayuda en colaboración con otras organizaciones en la región.
Esta donación no es solo una contribución económica: es una muestra tangible de amor cristiano, de una fe que consuela, sana y extiende la mano sin importar fronteras.
“Cuando lo hicisteis a uno de estos, mis hermanos más pequeños…”
A través de estas acciones, La Iglesia de Jesucristo cumple el mandato de servir al prójimo con recursos sagrados, consagrados para aliviar el sufrimiento humano. En momentos de dolor, el Evangelio restaurado ofrece esperanza y ayuda real.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org
