Dios no hace acepción de personas.
Esa enseñanza, que nos invita a cuidar de nuestros hermanos y hermanas por igual y sin excepción, se repite a lo largo de la Biblia. Y que como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días nos esforzamos por aplicar hasta el día de hoy.
No todo es proselitismo

En el 2022, también se realizó esta donación en Kenya. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Así se vio reflejado en la última Cumbre Internacional de Libertad Religiosa (IRF), donde líderes del Islam y de la Iglesia de Jesucristo tuvieron un amistoso y cordial encuentro.
Por un lado, el jeque Hamza Yusuf, quien creció como un católico irlandés blanco, pero se convirtió al Islam; y por otro, el élder Ahmad S. Corbitt, un estadounidense afrodescendiente con un nombre musulmán que sirve como Setenta Autoridad General de la Iglesia de Jesucristo.
Durante esta importante conferencia, además de compartir experiencias de conciliación entre hermanos de diferentes fe, el jeque Yusuf y el élder Corbitt compartieron un conmovedor acto de generosidad por parte de la Iglesia de Jesucristo.
La luz de Dios, explicó el élder Corbitt, “se facilita de manera más poderosa, clara y eficaz a través del servicio, a través de las acciones”.

La Iglesia mantiene relaciones cordiales con el Islam. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Contó que le inspiró saber que, después de que los tsunamis de 2004 devastaran el sur de Asia, antes de que él fuera Autoridad General, la Iglesia de Jesucristo fue a la provincia de Aceh en Indonesia y preguntó qué necesitaba la gente.
La primera y sombría respuesta, dijo, fueron miles de bolsas para cadáveres. Así que la Iglesia proporcionó nuevos barcos pesqueros y mezquitas.
“Pero lo que más me conmovió fue que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días donó 7 mil copias del Sagrado Corán a nuestros hermanos y hermanas musulmanes en la provincia de Aceh. Eso no tuvo nada que ver con el proselitismo”, dijo el élder Corbitt. “Tenía que ver con…”
“Un acto de buena voluntad”, continuó el jeque Yusuf.
Diálogo por la paz

Esta conferencia reunió a más de 90 organizaciones religiosas. Créditos: Blythe Shupe, BYU
Asimismo, durante el espacio que compartieron en el importante evento, que se efectuó frente a la Casa Blanca, los 2 líderes religiosos buscaron un camino para la reconciliación en un contexto marcado por la división y oposición.
“Creo que Estados Unidos está en una posición única para enseñar sobre la sociedad cívica y la libertad religiosa. Obviamente tenemos nuestros fracasos, pero tenemos algo extraordinario aquí”, expresó el jeque Yusuf.
Destacó, además, el rol clave de la educación en este proceso de conciliación y entendimiento: “Creo que cuanto más educada es la gente, más fácil es llevarse bien con la gente”, porque cuanto más saben, más se dan cuenta de que saben menos.
Coincidieron firmemente en que la convicción en la fe en Dios es vital, pero también ofrecieron ideas moderadoras.

Musulmanes han usado instalaciones de la capilla para su culto. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
El jeque Yusuf sugirió que es un error que los creyentes estén seguros de su comprensión de su fe y que es problemático no “permitir la posibilidad de que alguien más pueda tener una opinión más válida”.
Por su parte, el élder Corbitt explicó que hay algo importante “en la humildad de nuestra convicción que otorga a otra persona el mismo derecho”. Así, citó parte del undécimo Artículo de Fe de la Iglesia de Jesucristo:
“‘Reclamamos el privilegio de adorar a Dios Todopoderoso de acuerdo con los dictados de nuestra conciencia y otorgamos a todas las personas el mismo privilegio: que puedan adorar como, donde y lo que quieran’. Ese es un principio fundamental para nosotros y para el Islam”.
“Creo que la fe religiosa, más que cualquier otra cosa, será el elemento más importante para poder sobrevivir a lo que viene, porque las cosas se están poniendo realmente difíciles para la gente”, fue la reflexión final del jefe Yusuf durante la cumbre religiosa.
En un mundo cada vez menos creyente, es reconfortante ver que las diferencias religiosas, en lugar de dividirnos, son una oportunidad para acercarnos al amor que Cristo enseñó.
Un amor puro y sin excepciones.
Fuente: Deseret News