“Es un nuevo día”, dijo el élder Dale G. Renlund. Y ese nuevo día… ¡llega con música!
Once nuevos himnos se han sumado al himnario global “Himnos: para el hogar y la Iglesia”, una colección que ha comenzado a transformar la adoración de los Santos de los Últimos Días en todo el mundo.

Ya disponibles en español, inglés, portugués y francés —a través de la Biblioteca del Evangelio, la Biblioteca de Música y la app Música Sagrada— estos nuevos himnos elevan a 48 el número total de canciones publicadas hasta ahora en este nuevo proyecto musical de la Iglesia.
11 nuevos himnos
Entre las nuevas canciones se encuentran:
- “Mirad a Cristo”
- “Placentero nos es trabajar”
- “Soy pionero también”
- “Honraré Su día”
- “El Libro de Mormón leeré”
- “Vivir, servir, orar y cantar”
- “Es Jehová mi buen pastor”
- “Es gracias al Señor”
- “Prevalece Su voz”
- “Por mí la vida diste Tú”
- “Paz, paz, paz”
Algunos himnos vienen acompañados de historia. Por ejemplo, “Vivir, servir y orar y cantar”, de origen afroamericano, fue compartido en una transmisión “De amigo a amigo” y conecta a los Santos con la herencia musical cristiana más amplia. Otros, como “Prevalece Su voz”, ya han sido interpretados por el Coro del Tabernáculo.

¿Por qué estos himnos importan?
“Espero que todos aprovechen la oportunidad que se les ha dado para disfrutar de estos nuevos himnos”, expresó el élder Renlund. “La música es un lenguaje del Espíritu”. Y ese lenguaje está tocando corazones.
Desde Puerto Rico hasta Utah, desde Santo Domingo hasta en tu propio hogar, familias y congregaciones están redescubriendo el poder del canto como oración. El obispo Jossuelomar Rivera cuenta cómo su hija canta los nuevos himnos en el auto rumbo al colegio. En República Dominicana, la hermana Teresa Alcántara invita a todos a aprenderlos: “Son música verdaderamente inspiradora”.
Y para muchos, como Lilibeth Angomas, directora de música en Puerto Rico, cada himno llega como una respuesta personal:
“Estaba pasando por una prueba muy difícil, y esa canción fue un recordatorio de que el Señor está al tanto de cada detalle de nuestras vidas”.
La adoración se renueva
Quizá aún estés aprendiendo las melodías. Tal vez te equivoques en algunas palabras. Pero como dice la hermana Sheila Ostler: “No vamos a aprenderlos si no los cantamos”. Así que canta. En casa, en la Iglesia, en tu auto o con tus hijos. Este himnario no es solo una colección de notas: es una forma viva de testificar de Jesucristo.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org