En su esfuerzo por ayudar a los más necesitados en el mundo, esta vez, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está colaborando con la atención médica en Ucrania.
Recientemente, la Iglesia apoyó y financió la edificación de una nueva clínica de salud ambulatoria en Kiev, Ucrania del Proyecto HOPE.
El Proyecto HOPE es una organización humanitaria que ha estado trabajando para reconstruir el sistema de salud en Ucrania. La nueva clínica reemplazó a un edificio de más de 100 años en el pueblo de Zahatlsi.
El edificio, el pueblo de Zahaltsi y la región sufrieron daños significativos durante las hostilidades. El proyecto HOPE reconoció la necesidad de un centro de salud moderno y, con el apoyo de la Iglesia, se puso a trabajar en la construcción de una nueva clínica para atender a 5.000 personas de 13 pueblos circundantes.
El coordinador del programa de reconstrucción del Proyecto HOPE, Yuriy Rudnichenko, dijo que al diseñar y construir la clínica, querían crear un lugar seguro, cómodo y accesible, tanto para los residentes de la comunidad como para los propios médicos.
“La clínica tiene un área técnica para médicos, un área de recepción para pacientes y un laboratorio para que los pacientes puedan obtener el trabajo de laboratorio y los resultados de las pruebas en el acto”, dijo Rudnichenko. “Estamos orgullosos de que esta clínica traiga algo de apoyo a esta comunidad, que sufrió tanto”.
Volodymyr Denshchykov, el director de comunicación de la Iglesia en Ucrania, asistió a la ceremonia de inauguración.
“Es uno de los muchos proyectos humanitarios de la Iglesia llamados a restaurar la dañada o mejorar la infraestructura médica existente en Ucrania para apoyar a todas las personas en estos tiempos difíciles”, dijo el líder Santo de los Últimos Días. “Esto es posible gracias a las contribuciones de muchos hombres y mujeres buenos de todo el mundo”.
El informe “Cuidando a los necesitados” reporta que la Iglesia gastó más de 16,8 millones de dólares en ayuda durante el 2022 en respuesta a la crisis de Ucrania y Rusia, donando cientos de toneladas de alimentos y cientos de horas de servicio para ayudar a las víctimas del conflicto.
Fuente: The Church News