Hace unos días, la casa de Anibal Peña Sonsonate quedó en cenizas después de un terrible incendio, perdiendo todas sus pertenencias.
Frente a esta terrible situación, un grupo de misioneros y miembros de la Iglesia de Jesucristo en El Salvador se organizaron para remover los escombros y dejar limpio el lugar, de esta forma, minimizar la tristeza de la familia.
Los miembros de la Iglesia de Jesucristo se caracterizan por siempre ofrecer una mano ayuda a las personas en todo el mundo.
Servir al prójimo es seguir el ejemplo del Salvador, quien dio el segundo gran mandamiento: Amar a Dios como a ti mismo.
Fuente: Sala de Prensa en El Salvador