El martes 19 de septiembre, el presidente Dallin H. Oaks, primer consejero de la Primera Presidencia nombró oficialmente al presidente Christopher Shane Reese como el decimocuarto presidente de Brigham Young University.
Al anuncio oficial se unió el élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles y presidente del comité ejecutivo de la Junta Directiva de BYU.
La ceremonia de nombramiento se realizó en el Marriott Center de BYU en Provo, Utah y contó con la presencia de líderes de la Iglesia, gubernamentales, cívicos y educativos, así como el super estudiantil y docente.
Entre los líderes de la Iglesia estuvo el élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles; la presidenta Camille N. Johnson, presidenta general de la Sociedad de Socorro; el élder Paul V. Johnson, de la presidencia de los Setenta; Kevin J. Worthen, decimotercer presidente de BYU; los ex presidentes, el élder Merril J. Bateman y el élder Cecil O. Samuelson; y el élder Clark G. Gilbert, comisionado del Sistema Educativo de la Iglesia.
Presidente de Brigham Young University
El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, anunció el 21 de marzo de 2023 que el presidente Reese había sido designado como el nuevo presidente de BYU.
Antes de ser llamado a esta nueva asignación, Shane Reese sirvió como vicepresidente académico de BYU desde 2019.
También fue decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de 2017 a 2019 y se unió a la facultad de estadísticas de BYU en 2001.
Con esta nueva asignación, se espera que el presidente Reese ayude a que BYU se convierta en lo que “los profetas pasados y presentes tenían previsto”.
Asimismo, el élder Christofferson le expresó que ahora era el encargado de ser “el principal funcionario moral y espiritual de la universidad”, y de enseñar y amplificar la misión de la institución con cada miembro de la misma.
El apóstol también enfatizó que deberá ayudar tanto a los estudiantes como a los empleados de BYU a “darse cuenta de su identidad divina como hijos e hijas de Dios y discípulos de Jesucristo” a fin de recordarles que pueden “liderar en sus familias, la Iglesia y sus comunidades”.
Del mismo modo, el presidente Reese deberá darle prioridad a “la erudición que se encuentre alineada con los propósitos del evangelio restaurado de Jesucristo y la misión de la Iglesia”.
Un nuevo comienzo
Como parte de su primer discurso, el presidente Reese expresó su voluntad para servir, su capacidad para realizar el trabajo que sea necesario y su deseo de aprender.
“Amo BYU y su misión. Amo a nuestros estudiantes; comparten su calidez con el mundo mediante su fe y lo iluminan con su luz. Amo a mis consagrados colegas, a los profesores y el personal, que trabajan incansablemente para hacer realidad nuestra inspirada misión para nuestros estudiantes”.
El presidente Reese también declaró que parte de su labor será hacer realidad las profecías del pasado.
“Nuestra labor es convertirnos en la universidad que los profetas predijeron, convertirnos en la ‘mayor institución de aprendizaje’ del mundo, ‘la universidad del Señor plenamente ungida de la que tanto se ha hablado en el pasado’ a fin de convertirnos en la BYU de la profecía y la promesa. Éste, entonces, es el desafío de nuestra generación y la carga de mi administración: Convertirnos en esa BYU…
Convertirnos en BYU requerirá enriquecer la experiencia de los estudiantes y fortalecer el enfoque ya centrado en el estudiante de la universidad, además de mantener un enfoque en la enseñanza universitaria…
Convertirnos en BYU también requerirá que abracemos nuestra misión religiosa, incluso si nos dirigimos ante las instituciones académicas en general con credibilidad y fuerza”.
Finalmente, el presidente Reese prometió que daría todo de sí para ayudar tanto al cuerpo estudiantil como a los profesores y empleados a alcanzar esa meta.
“La educación de BYU debe fortalecer espiritualmente, ampliar intelectualmente, desarrollar el carácter y debe conducir a una vida llena de aprendizaje y servicio para todo aquel que entre por sus puertas”.
*Imagen de portada: Jeffrey D. Allred, Deseret News
Fuente: Church News