El 28 de abril, el presidente Dallin H. Oaks, Primer Consejero de la Primera Presidencia, regresó a la nación del sudeste asiático, donde previamente había servido como presidente del Área, para presidir la dedicación del Templo de Urdaneta, Filipinas.
Este templo, el número 190 en todo el mundo y el tercero en Filipinas, representa un hito significativo para la Iglesia.
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Durante la ceremonia de dedicación, el presidente Oaks reflexionó sobre la importancia de renovar nuestro compromiso con la obra del Señor.
En la ceremonia de dedicación, el presidente Oaks estuvo acompañado por el élder Kevin R. Duncan, Setenta Autoridad General y director ejecutivo del Departamento de Templos, junto a su esposa Nancy, así como por el élder Carlos G. Revillo, Jr., Setenta Autoridad General y segundo consejero de la presidencia del Área de Filipinas, y su esposa Marites Revillo.
Dirigiéndose a la congregación, expresó su alegría al observar el crecimiento en fidelidad entre los miembros filipinos a lo largo de los años, comparándolo con su última visita hace dos décadas junto a la hermana Kristen M. Oaks.
Recordando su anterior servicio en Filipinas de 2002 a 2004, la hermana Oaks compartió su aprecio por la calidez y lealtad del pueblo filipino, describiéndolos como amigos entrañables y destacando los preciosos recuerdos que guardan de aquel tiempo.
El presidente Oaks también compartió su profundo afecto por Filipinas, afirmando que aquellos dos años de servicio en el país representaron un período de notable crecimiento personal y espiritual como Apóstol.
Los templos fortalecen la tierra y su gente
El presidente Oaks destacó que los templos no solo fortalecen la tierra en la que se erigen, sino que también fortalecen a las personas que participan en la obra divina dentro de ellos.
Además de los templos ya existentes en Manila (dedicado en 1984) y Cebú (2010), la Iglesia ha anunciado la construcción de 10 templos adicionales en Alabang, Bacolod, Cagayan de Oro, Davao, Iloilo, Laoag, Naga, Santiago, Tacloban y Tuguegarao.
El élder Revillo expresó el profundo aprecio por la presencia del presidente y la hermana Oaks en el evento de dedicación, describiéndolo como una experiencia única en la vida tanto para él como para los miembros de la Iglesia en Filipinas.
63 años de la obra misional en Filipinas
La dedicación del Templo de Urdaneta marcó el 63º aniversario de la obra en Filipinas.
El 28 de abril de 1961, el presidente Gordon B. Hinckley, en ese momento miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, ofreció una oración por el país, expresando su visión de cómo la obra que comenzaba allí tendría un impacto duradero en las vidas de miles y miles de personas en la república insular.
Entre los presentes en la dedicación del templo se encontraba el élder Augusto Lim, quien fue el primer presidente de estaca filipino y la primera Autoridad General de la Iglesia en Filipinas.
Él fue testigo del crecimiento de la Iglesia desde que dos misioneros llamaron a su puerta en 1964. El élder Lim compartió que lo que los misioneros le enseñaron al principio coincidía con sus creencias, y que para él era un entendimiento natural.
En 1973, cuando el presidente Ezra Taft Benson organizó la primera estaca en el país, el élder Lim fue llamado a servir como el presidente, realizando la mayor parte de su labor en la Iglesia utilizando el transporte público.
Greg Karganilla y su esposa, Ana Marie, lideraron el comité local del Templo de Urdaneta. Ana Marie comentó que la dedicación del Templo en Urdaneta y los planes para construir y planificar 10 templos adicionales son evidencia del acelerado trabajo del Señor.
Ella expresó que esto traerá bendiciones significativas a su pueblo, describiendo el templo como un faro de esperanza y luz.
Construyendo sobre una fe cristiana
Filipinas, hogar de 118 millones de personas y compuesta por miles de islas, tiene una larga historia de enseñanza por parte de misioneros católicos que ha establecido una base sólida de fe cristiana en la población.
Esta base ha facilitado el crecimiento milagroso de la Iglesia en Filipinas, que ahora cuenta con más de 870,000 miembros, 128 estacas y 23 misiones.
El presidente Oaks elogió al pueblo filipino como leal, maravilloso, obediente, fiel y profundamente arraigado en su fe cristiana.
La nación también enfrenta sus desafíos. En un contexto de alto desempleo, la población educada hace malabarismos para satisfacer las demandas de la vida diaria, a menudo recurriendo al trabajo por cuenta propia.
Esto es evidente en el bullicioso centro de la ciudad de Urdaneta, donde se encuentra un gran mercado mayorista de frutas, verduras y otros productos.
El presidente Oaks señaló que Filipinas es única en el sentido de que experimenta casi todos los tipos de desastres naturales que se pueden encontrar en la Tierra.
Desde brotes volcánicos hasta tornados y inundaciones, los filipinos han enfrentado una variedad de desafíos naturales a lo largo del tiempo. Sin embargo, destacó que la resiliencia de los filipinos es notable. Son sobrevivientes que saben cómo reconstruir y seguir adelante incluso en las circunstancias más difíciles.
Templo de Urdaneta, Filipinas
El Templo de Urdaneta está ubicado en la parte sur de Urdaneta, en un terreno que también tiene un albergue (hospedaje) para los fieles que asisten al templo.
Los terrenos del templo incluyen la flor de sampaguita, que para los filipinos simboliza la pureza, la simplicidad, la humildad y la fuerza.
El presidente Oaks explicó que los líderes de la Iglesia seleccionaron Urdaneta como ubicación para el templo debido a su centralidad para los 200,000 Santos de los Últimos Días en el distrito del templo, los cuales residen en 34 estacas y 13 distritos.
Filipinas cuenta con la cuarta población más grande de Santos de los Últimos Días en el mundo.
Durante la jornada de puertas abiertas del templo, aproximadamente 63,500 personas de todas partes de Filipinas, incluyendo funcionarios gubernamentales, líderes locales de la industria y la comunidad, así como amigos de otras religiones, tuvieron la oportunidad de visitar el templo.
Los Santos de los Últimos Días en Urdaneta están comprometidos a ser dignos de las bendiciones del templo y a honrar su sagrada importancia.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org
Fotografías de Jeffrey D. Allred, Deseret News
