El terremoto en Puerto Rico nos ha enseñado que la adversidad nos puede fortalecer y nos puede abrir nuevas oportunidades para servir, rescatar, amar, consolar y reflexionar sobre lo que es más importante en esta vida.
Así lo vienen demostrando los cientos de miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Puerto rico que han dejado todo, incluso sus casas destruidas para salir y servir a aquellos que lo han perdido todo y que siguen en angustia por las constantes réplicas.
Un ayuno especial por Puerto Rico
La semana pasada, la Presidencia del Área del Caribe ha invitado a todos los miembros de la región a unir su fe en beneficio de Puerto Rico. Ellos han sugerido realizar actos sencillos de servicio y ayunos especiales según sea posible.
La respuesta al ayuno
La respuesta: Más de 500 voluntarios procedentes de diversas localidades de toda la isla, se han puesto sus tradicionales chalecos de “Manos que Ayudan” y están prestado ayuda y consuelo al preparar y distribuir kits de higiene, alimentos y agua, así como instalar tiendas (carpas) para miles de afectados en la zona.
“La gente puede necesitar muchas cosas, pero lo principal que necesitan es saber que esto va a parar. Hermanos necesitamos sus oraciones”, dijo el presidente de la Estaca Ponce, Frankie Ruiz a los cientos de miembros de la Iglesia de la isla.
Sala de Prensa en Puerto Rico ha reportado que hasta el momento que “los miembros, misioneros y líderes de la Iglesia han ayudado a unos 1500 beneficiarios, incluyendo a santos de los últimos días y muchos residentes de las distintas comunidades afectadas.”.
En Más Fe nos unimos a las oraciones por nuestros hermanos de Puerto Rico, sabemos que pronto vienen hermosas bendiciones para ellos.
Fuente: Sala de Prensa en Puerto Rico