Qué es un consejo disciplinario y por qué es tan importante

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Los consejos disciplinarios de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ocurren en estricta confidencialidad, por lo que a menudo son siempre criticados o juzgados por los pocos que se hacen públicos. 

Para brindar una visión más amplia sobre que comprenden los consejos disciplinarios, Deseret News y posteriormente Más Fe, con permiso y de manera anónima, comparte alguna de las experiencias de miembros de la Iglesia que han experimentados consejos disciplinarios. 

El acceso a la información sobre los consejos disciplinarios de la Iglesia de Jesucristo es extremadamente raro.

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servir una misión

La información sobre un consejo o sus acciones casi siempre salen a la luz solo por medio de las redes sociales o los medios de comunicación previamente solicitados por la persona involucrada.

Las entrevistas revelaron una brecha muy grande entre los escasos informes publicados sobre los consejos y la mayoría de los consejos que no lo fueron. 

Al igual que el hijo pródigo, de quien Lucas escribió que “volvió en sí”, los presidentes de estaca y los miembros entrevistados describieron los consejos disciplinarios como acciones correctivas tomadas con amor para ayudar a los miembros a recuperarse y regresar a su fe y membresía en la Iglesia.

Mark, un miembro que se sintió impulsado a hablar sobre sus pecados, los cuales se remontaban a 20 años antes de haberse casado, compartió:

“Mi consejo disciplinario fue una de las entrevistas más llenas de amor e inspiradas que he tenido. Sin duda, fue una de las experiencias más espirituales de mi vida”. 

Él animó a cualquiera que tenga dificultades con su decisión de acudir a un obispo en una situación que podría llevarlo a un consejo disciplinario a hacerlo.

Nunca se arrepentirán, nunca. Ellos salvarán su alma”, expresó Mark.

¿Por qué es necesario?

La disciplina en el mundo cristiano no es algo nuevo. A parte de la fe de los Santos de los Últimos Días, otras religiones como la Iglesia Católica practican la disciplina eclesiástica.

Y esto debido a que la disciplina eclesiástica en el cristianismo ha existido desde que Jesucristo la describió en el Nuevo Testamento (Mateo 18: 16-17); Pedro corrigió a Simón por ofrecerse a pagar para recibir el don del Espíritu Santo (Hechos 8: 9-24) y Pablo lo compartió en sus cartas a los miembros de Iglesias lejanas. (1 Timoteo 1, 1 Corintios 5: 1-8, 11).

En 1536, Juan Calvino describió lo que llamó disciplina eclesiástica como un remedio “que Cristo dispone y que todo creyente piadoso siempre ha necesitado”.

El objetivo de la excomunión, escribió Calvino en su libro “La institución de la religión cristiana”, es llevar al pecador al arrepentimiento, “hacer que vuelva en sí, para que prefiera regocijarse que entristecerse a causa de la disciplina”.

acercarnos a Dios

El presidente Ron Southworth, presidente de una estaca en Seattle, ha servido durante 14 años en llamamientos que forman parte de los consejos disciplinarios de estaca.

Él estima que ha sido parte de 30 a 40 consejos de estaca, y que entre la mitad y dos tercios de estos terminaron en excomunión.

Southworth compartió que todos menos dos personas han regresado a la Iglesia, y uno de ellos continúa emprendiendo su camino de regreso.

“Yo describiría lo que veo en la conclusión exitosa de la disciplina de la Iglesia como un milagro, expresó.

¿Como se lleva a cabo un consejo disciplinario?

Un consejo disciplinario de barrio consta de cuatro personas: el obispo del barrio y sus dos consejeros y el secretario de barrio.

Un consejo de estaca incluye a los tres miembros de la presidencia de estaca, 12 miembros del sumo consejo y el secretario de estaca.

Los consejos de estaca se llevan a cabo cuando un hombre ordenado al Sacerdocio de Melquisedec tiene una posibilidad de ser excomulgado.

Jacob, de 37 años, fue miembro de la iglesia de toda la vida y se describió a sí mismo como un ‘intelectual que cometió adulterio’. La excomunión era una posible para él y, en su opinión, algo muy probable.

“[En el consejo] no hubo ningún tipo de actitud vengativa. Fue exactamente lo contrario de eso”.

Cuando llegó a casa después de la reunión del consejo, un miembro del sumo consejo estaba sentado en su puerta.

“Algo con lo que estaba teniendo desafíos era la adicción sexual. El miembro del sumo consejo se presentó y me dijo: ‘Hola, soy una persona adicta, igual que tú’.

Me di cuenta de que estos hombres en verdad se preocupaban por mí, que eran comunes y corrientes y que les importaba”.

Las personas que van ante un consejo disciplinario, dijo, tienen que preguntarse si están dispuestas a dejar de lado el ego, el orgullo y el querer hacer su voluntad.

Un nuevo camino

Otro miembro de la Iglesia de Jesucristo, Carl, dijo que sus pecados estaban arraigados en su pensamiento negativo y orgullo. Eso lo llevó a involucrarse en acciones que incluso a él lo tomaron por sorpresa. 

Él esperó ser excomulgado.

Sin embargo, su presidente de estaca le informó que sólo se le suspenderían sus derechos. Él no iba a poder tomar la Santa Cena, orar en las reuniones de la Iglesia, ejercer el sacerdocio, asistir al templo o tener un llamamiento, pero podría mantener su membresía en la Iglesia.

Estando aun ante el consejo, Carl sintió que su vida ya había comenzado a cambiar.

“Pude abrazar y estrechar la mano de todos los miembros de ese consejo”.

La suspensión de sus derechos iba a durar al menos un año, pero Carl expresó que ahora entiende el por qué. Él se esforzó por restablecer su relación con su esposa, sus hijos y su Salvador, expresó que “quería estar bien con Dios”.

“Para las personas que juzgan a la Iglesia y dicen que son solo un grupo de ancianos que quieren juzgar o controlar a las personas, les digo que están muy equivocadas.

Son hombres que se preocupan y velan por el bienestar de mi alma y que solo querían lo mejor para mí”.

Seguir adelante

Los presidentes de estaca describen el consejo disciplinario como un proceso espiritual que no es el principio ni el final de la ayuda que se le brinda a alguien para que regrese a la comunión plena en la Iglesia. 

Cada presidente de estaca asiste a estos concilios en oración y, con frecuencia, con ayuno.

“El consejo le da al obispo o presidente de estaca la oportunidad de obtener el beneficio de la sabiduría, la perspectiva, la experiencia y el consejo de otros”, dijo el presidente William Little, de 41 años, de la Estaca Beaumont, Texas.

Una vez que el diálogo del consejo termina, el presidente de estaca y sus consejeros se retiran a la oficina del presidente.

En la sala, comparten su decisión y se arrodillan en oración. Cada miembro de la presidencia de estaca realiza una oración.

“Al final, todo es cuestión de oración. Nos esforzamos por saber cuál es la voluntad del Señor. Creemos en la inspiración”.

Finalmente, la presidencia de estaca regresa a la sala del consejo y solicita el voto de ratificación del sumo consejo. El presidente William Little expresó:

“Este no es un proceso contradictorio en absoluto. No se parece en nada a lo que el mundo ve como un proceso judicial. No estamos repartiendo castigos.

El objetivo es ayudar a las personas, amarlas, sostenerlos y llevarlos a Cristo para que puedan volver a ser discípulos, para que puedan aprovechar al máximo la expiación de Jesucristo”.

Los presidentes de estaca poseen la autoridad del sacerdocio para dirigir sus estacas, poseen un poder que nadie más tiene, las llaves para ayudar a quienes se encuentran bajo su cuidado.

Esas llaves del sacerdocio les otorgan el derecho divino de recibir inspiración directa para sus estacas y sus miembros.

Los consejos disciplinarios pueden cambiar la vida de alguien si es que la persona está dispuesta a seguir el proceso de la forma en que está diseñado”, compartió Little.

 

Mas sobre este tema puede ser encontrado en el artículo escrito en deseret.com

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