Nota: Si esperabas que habláramos del amor romántico, las ideas que compartiremos a continuación también se pueden aplicar a ese aspecto de tu vida. Solo deja que el Espíritu te guíe.
Cuando hablamos de amor, no hay duda de que la máxima expresión de amor es la que Dios hizo al enviar a Su Hijo Unigénito en la carne para expiar los pecados del mundo.
Jesucristo enfatizó aún más la importancia del amor cuando declaró el primer y gran mandamiento: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente”. El segundo y gran mandamiento es: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
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Con estos dos grandes mandamientos, podemos concluir que el amor es la esencia misma de nuestra existencia mortal.
Sin embargo, es muy evidente en el mundo de hoy que el amor también puede describir una fuerte devoción a lo que en verdad no tiene valor como el amor al dinero, las cosas materiales, la contención, entre otros.
El Señor no nos ha dado este hermoso sentimiento para que lo usemos de esa manera. Entonces, ¿cómo podemos evitar el amor incorrecto?
Dedicar nuestros esfuerzos a aquello que tiene un propósito eterno
Aprendemos a amar aquello a lo que le prestamos mayor servicio. Por lo tanto, debemos elegir cuidadosamente las áreas en las que servimos.
Las cosas a las que damos nuestro tiempo, esfuerzo y recursos, eventualmente se convertirán en las cosas que amamos.
Este amor puede ser el amor de una madre por sus hijos mientras dedica su vida a cuidarlos, o el amor de un granjero por su granja mientras pasa el tiempo cuidando sus cultivos. Pero, también podría ser el amor que una persona desarrolla por el juego mientras le dedica sus recursos.
Por lo tanto, si queremos amar las cosas correctas, entonces debemos servir a lo que es correcto porque el amor que sentimos por algo crece en proporción al servicio que le prestamos.
Siempre podemos estar seguros de que aquello que tiene un propósito eterno, como servir a nuestra familia y a nuestro prójimo, alimentar a los hambrientos y consolar a los enfermos y afligidos, son las áreas adecuadas para servir.
Moraleja: Si vas a amar a alguien o quieres hacer algo, busca que tenga un propósito eterno.
Invertir el tiempo en lo que es realmente importante
No podemos recuperar el tiempo. Por eso, se dice que el tiempo es oro. Eventualmente, aquello en lo que invertimos nuestro tiempo, influirá en lo que amamos.
Amar correctamente significa invertir nuestro tiempo sabiamente. Esto significa usar nuestro tiempo para hacer cosas que contribuyan a nuestro bienestar, realizar actividades que nos ayuden a mejorar como personas, rodearnos de amigos que nos impulsen a vivir correctamente, leer artículos y textos que enriquezcan nuestro conocimiento, etc.
Invertir nuestro tiempo en cosas que ayuden a nuestro progreso es invertir nuestro tiempo sabiamente.
Nota: Escoger un amor correcto también se refiere al amor que decides darte a ti mismo.
Hacer sacrificios por las razones correctas
Algunos pueden decir que el sacrificio es lo más noble que podemos hacer. Sin embargo, esto solo es cierto cuando hacemos sacrificios para mejorar nuestra vida y la de los demás.
Un antiguo refrán dice: “Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día; enséñale a pescar y lo alimentarás por el resto de su vida”.
Regalarle un pescado a un hombre es un sacrificio imprudente. No obstante, enseñarle a pescar no solo aumenta nuestra capacidad de amar a los demás, sino que también le da a la otra persona la capacidad de superarse a sí misma.
Que siempre escojamos el amor, el tipo correcto de amor.
Fuente: Faith.ph
