Pregunta
Recientemente, un familiar mío recibió una carta de parte de su obispo convocándolo a un consejo de membresía debido a unas transgresiones que se llevaron a cabo en el pasado. Él había cometido adulterio mientras se encontraba casado y por ese problema se separó de su esposa.
La persona con la que este hermano engañó a su esposa es la prima del obispo y le ha contado todo lo sucedido. Él no era un miembro activo en la Iglesia y no tenía un buen testimonio. Mi pregunta es esta: ¿Por qué lo llamaron a un consejo de membresía si él nunca dijo la verdad? ¿Debería presentarse al consejo?
Respuesta
Gracias por confiarnos este tipo de preguntas.
Aunque no sé el contexto de lo que ha sucedido entre tu obispo, tu familiar y las otras personas, es muy importante que acudas a tus líderes locales.
Las Escrituras nos han enseñado lo siguiente:
“De cierto, así dice el Señor a vosotros a quienes amo, y a los que amo también disciplino para que les sean perdonados sus pecados, porque con la disciplina preparo un medio para librarlos de la tentación en todas las cosas, y yo os he amado”. (Doctrina y Convenios 95:1)
El Señor ha mandado a hombres y mujeres imperfectos a hacer tareas específicas dentro de Su Iglesia. Incluso cuando nos esforzamos al máximo por hacer lo que el Padre Celestial nos ha mandado, es posible que nuestras emociones se salgan de control en algún momento de nuestra vida.
Como lo mencionaba en el primer párrafo, no sé lo que ha sucedido, solo lo que me has compartido.
Empezaré respondiendo tu segunda pregunta de: “¿Debería presentarse?”
La respuesta es “sí”. Un obispo o presidente de estaca, dependiendo de la circunstancia, tiene la autoridad y la responsabilidad de obligar a la persona a asistir, sin embargo, no es el método preferible. Tomemos por ejemplo esta escritura:
“Y porque sois obligados a ser humildes, benditos sois; porque en ocasiones el hombre, si se ve obligado a ser humilde, busca el arrepentimiento; y de seguro, el que se arrepienta hallará misericordia; y quien halle misericordia y persevere hasta el fin, será salvo”. (Alma 32:13)
Todos los obispos y presidentes de estaca preferirían que alguien se presente por su propia voluntad. Aunque este no siempre sea el caso, hay diversas situaciones por las que un obispo o presidente de estaca invita a alguien a ser parte del consejo de membresía.
En ocasiones, el líder eclesiástico necesitará testigos que afirmen lo sucedido, ya sea de parte de un tercero o de una de las personas involucradas en la situación.
En el Manual General se nos aclara cómo debe ser este procedimiento:
“Un miembro que sea acusado de adulterio podría negar la acusación. En las Escrituras se explica que “dos testigos de la iglesia […], confirmarán toda palabra contra él o contra ella” (Doctrina y Convenios 42:80). “Dos testigos” quiere decir dos fuentes distintas de información. Eso podría incluir el conocimiento de un participante y alguna otra fuente fiable”.
Lo más justo y racional que puede suceder cuando una persona ha cometido adulterio es si la persona A (la mujer) viene al obispo o presidente de estaca y confiesa este pecado, entonces la persona B (el hombre) recibe una carta de invitación para que asista al consejo de membresía.
Si la persona no responde a esta carta y se han confirmado tales actos por múltiples testigos, recibirá una carta de carácter obligatorio de parte del obispo o presidente de estaca.
Finalmente, mi recomendación es que si esto te sigue incomodando, es preferible que te pongas en contacto con tu obispo o presidente de estaca y les expliques que no te gustaría ser parte de estos temas confidenciales.
Fuente: Ask Gramps