Todo el mundo se pregunta el por qué los mormones no toman café. Al respecto, muchas ideas extrañas se han dispersado de boca en boca, estando la mayoría de ellas kilométricamente alejadas de las reales razones por las cuales los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días evitan el consumo del referido producto.
Los Santos de los Últimos Días, o mormones como se les conoce, reconocen que Dios es Nuestro Padre Celestial y que el cuerpo humano fue creado a Su imagen. Con el fin de prolongar la salud de Sus hijos, Dios instituyó por medio de una revelación dada al profeta José Smith la cual es conocida como la Palabra de Sabiduría.
Esta Palabra de Sabiduría es una ley de salud y está registrada en la sección 89 de Doctrina y Convenios, uno de los libros canónicos de La iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días junto al Libro de Mormón, La Santa Biblia y La Perla de Gran Precio.
Dios enseña con la Palabra de Sabiduría, cuales son los alimentos buenos para el cuerpo y cuales no lo son. En La Santa Biblia, 1Corintios capítulo 3 versículos 16 y 17 se habla a los seguidores de Cristo y dice: “¿No sabéis que sois a templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?, Si alguno profanare el templo de Dios, Dios le destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”.
Siguiendo estas enseñanzas, además de obtener salud y fortaleza física, el poder controlar las debilidades ante el consumo de productos dañinos y adictivos genera fuerza de carácter y poder espiritual sobre las debilidades corporales.
Por medio de la Palabra de Sabiduría, que entre los productos a evitar estaban “las bebidas calientes”, frase utilizada durante el tiempo en que se dio la revelación para designar al té y al café.
No se puede afirmar que tal advertencia se ha dado a los Santos de los Últimos Días por un elemento químico específico dentro de su compleja composición del café, al igual que del té. Según estudios científicos, el café contiene entre 250 y 300 elementos diferentes.
Es muy común escuchar de personas que acostumbran a consumir café que el día que no lo ingieren sufren de dolores de cabeza, mareos, malestar físico general e incluso cambios de humor que los muestran agresivos e inestables.
Algunos científicos han podido determinar que el café posee propiedades positivas, y es lógico, ya que Dios creó cada planta con elementos especiales y que pueden ser aprovechados de la mejora manera. De las plantas más mortíferas del planeta se pueden extraer componentes útiles para tratar enfermedades y mejorar la vida.
No se pone en dudas que el café, dentro de sus tantos elementos, contenga productos de utilidad médica, cosmética, etc.; los mormones no consumen el café por contener la cafeína como se ha llegado a pensar; puede ser por cualquier otro, o por la combinación de muchos que se dado este principio de salud a los Santos.
Creer que consumir café descafeinado es cumplir con la Palabra de Sabiduría no es correcto por lo expuesto anteriormente. Los Santos de los Últimos Días conversos, cumplen a cabalidad con un principio de salud que fue dado por Dios para ser libres de dependencia ante un producto obra de la creación; desean depender del Padre Celestial Todopoderoso y de Su hijo Jesucristo, fuentes de la verdadera libertad y la vía para la vida eterna.
Además de evitar el consumo de las bebidas calientes como el té y el café la Palabra de Sabiduría incluye otros consejos para prolongar la vida y que se viva con calidad. En las enseñanzas de Dios respecto al cuidado personal y del cuerpo existen otros mandamientos relacionados con sostener la salud tanto en asuntos espirituales como físicos. Dios promete bendiciones al cumplir con la Palabra de Sabiduría.