Pregunta
Hola, mis amigos del barrio y yo estamos acostumbrados a ir a una conocida cafetería que venden “bubble tea”. Nos hemos percatado que este establecimiento ofrece productos que contienen té matcha.
Eso me creó una duda. Como Santo de los Últimos días, ¿podemos consumir té matcha o estamos quebrantando la Palabra de Sabiduría al hacerlo?
Respuesta
El té matcha contiene teína, un producto muy similar a la cafeína. Imagen: Canva
El té matcha es un tipo especial de té verde en polvo que se originó en Japón. Se prepara mezclándolo con agua caliente y tiene un sabor único y estimulante.
Debido a que se ha expandido en todo el mundo, ha dejado de ser una bebida caliente y se aplica en pasteles, cócteles, helados y otros productos.
Ahora bien, existen nuevas bebidas o productos que pueden hacer que nos preguntemos si es bueno o no consumirlos, o si van en contra de la Palabra de Sabiduría.
El té matcha no solo puede ser consumido como bebida caliente. Imagen: Canva
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días declaró lo siguiente sobre el consumo del té verde:
“El té verde y el té negro están hechos de las hojas de la misma planta de té. La única diferencia es que las hojas en el té negro son fermentadas y en el té verde no lo son.
Ambos son té y van contra la Palabra de Sabiduría. Algunas bebidas tienen té, pero no se indica ese hecho, así que siempre debes comprobar los ingredientes. Además, el té helado sigue siendo té”.
Lo que te recomiendo
Es importante tomar decisiones informadas sobre lo que consumes. Imagen: Canva
Según lo leído anteriormente, como Santos de los Últimos Días se nos recomienda evitar este tipo de productos en lo posible. La Palabra de Sabiduría es una guía para ayudarte a cuidar tu cuerpo y mantener una vida saludable.
Es importante tomar decisiones informadas sobre lo que consumes y así saber la manera en que estás cumpliendo con estos mandamientos.
“Ojalá todos tuviéramos un firme testimonio de la Palabra de Sabiduría para poder compartir con nuestros semejantes los resultados de sus sagradas promesas, para que de esa forma, nuestras generaciones futuras fueran sanas e inteligentes y fortalecieran a sus familias y a sus naciones”. –Élder Eduardo Ayala
