Un video viral en Instagram ha capturado un momento inesperado que ha conmovido y divertido a miles de personas: dos misioneros Santos de los Últimos Días ayudaron a una familia mexicana a preparar tamales.
Un giro inesperado
Todo comenzó cuando los jóvenes misioneros llegaron a la puerta de una casa en México, como parte de su labor de compartir su mensaje religioso. Imagen: Masfe.org
Todo comenzó cuando los jóvenes misioneros llegaron a la puerta de una casa en México, como parte de su labor de compartir el mensaje del evangelio restaurado de Cristo. Sin embargo, la visita dio un giro inesperado cuando la anfitriona, en lugar de escuchar la charla, les propuso algo fuera de lo común: ayudarlos a preparar tamales.
Sorprendidos, pero entusiasmados, los misioneros aceptaron el desafío. Con delantales puestos y mucha disposición, se sumaron al proceso, desde amasar la masa hasta envolver cuidadosamente las hojas de maíz.
Un momento de compañerismo capturado en video
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La hija de la mujer decidió grabar la escena, mostrando a los misioneros sonrientes mientras trabajaban codo a codo en la cocina.
El video rápidamente ganó popularidad, acumulando más de 565 mil reacciones y desatando una ola de comentarios llenos de humor y empatía.
Una avalancha de historias similares
Entre las respuestas, los usuarios no tardaron en compartir experiencias propias con misioneros:
“Una vez llegaron a casa mientras mi mamá pintaba y terminaron ayudándola a pintar toda la casa.”
Otra persona compartió:
“Cuando me estaba mudando sola, se ofrecieron a cargar todo por mí. ¡Me hicieron toda la mudanza!”
Más que un momento viral
Este tipo de anécdotas no solo generan risas, sino que también muestran un lado humano de los misioneros. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Este tipo de anécdotas no solo generan sonrisas, sino que también muestran un lado humano de los misioneros, quienes están dispuestos a ayudar y participar en la vida cotidiana de las personas que visitan y siguen el ejemplo de Jesucristo que es servir al prójimo.
El video es un recordatorio de cómo un gesto espontáneo y amable puede romper barreras y crear conexiones genuinas, incluso en situaciones tan simples como preparar tamales. Una lección de que, a veces, las acciones hablan más que las palabras.
Fuente: El Imparcial
