Desde ganar medallas olímpicas hasta crear obras de arte ornamentadas, muchos Santos de los Últimos Días han logrado grandes hazañas. Algunos incluso han sido nombrados como caballeros por su trabajo inspirador y sus logros. Estas son algunas de sus historias:
Avard Fairbanks
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Avard Fairbanks nació en Provo, Utah, y es el último de los 11 hijos de Lilly Annetta Huish y John B. Fairbanks. Adquirió por primera vez su amor por el arte en su hogar.
Con un padre que pintaba murales en el Templo de Salt Lake y hermanos artistas, no es de sorprender que Fairbanks creara su primera escultura con tan solo 12 años de edad, una escultura que obtuvo el primer premio en la Feria del Estado de Utah de 1909.
Unos años después, a los 17, se convirtió en el artista más joven admitido en el Salón Francés, una exposición que se considera a menudo como el evento de arte más grande del mundo occidental.
A los 18 años de edad, Fairbanks recibió su primer encargo importante y junto a su hermano J. Leo comenzó a esculpir los frisos y las esculturas que decoran el Templo de Laie, Hawái. Mientras terminaba el proyecto en Hawái, Fairbank conoció, se enamoró y se casó con Maude Fox.
Los encargos continuaron a medida que Fairbank comenzó a estudiar en la Universidad de Utah. Diseñó todo, desde los monumentos conmemorativos de la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil hasta los bustos del Presidente Abraham Lincoln.
Todavía se puede ver su trabajo en el Capitolio de Washington D.C., Gettysburg, Ft. Lewis, el Teatro Ford y muchos otros sitios históricos importantes.
Aunque sus muchas obras históricas estadounidenses son ampliamente admiradas, no fue hasta que hizo una estatua de Lycurgus, el legendario legislador de Esparta, que fue reconocido por ser nombrado como caballero por el Rey Pablo de Grecia.
Fairbanks, un erudito y maestro insaciable, obtuvo un título en bellas artes de la Universidad de Yale, recibió la beca Guggenheim y estudió arte en Roma y Florencia, enseñó bellas artes en la Universidad de Michigan donde recibió una maestría en bellas artes y un doctorado. Más tarde, creó el Departamento de Bellas Artes de la Universidad de Utah.
Sin embargo, a pesar de sus títulos y logros, Fairbanks siempre consideró su trabajo como una extensión de sus creencias religiosas y una manera de capturar sus ideales espirituales.
“El Evangelio era todo para nuestro padre”, dijeron sus hijos.
Su creencia en la inmortalidad y la divinidad dentro de cada uno de nosotros se refleja a través de sus obras. De hecho, muchas de sus obras más conocidas adornan los edificios Santos de los Últimos Días y celebran los momentos importantes en la historia de la Iglesia, como los monumentos en honor a los Tres Testigos, Winter Quarters, la Primera Visión y la restauración del sacerdocio aarónico; relieves en el campanario de Nauvoo y en la Manzana del Templo; y el ángel Moroni en los templos de Jordan River, Seattle y la ciudad de México.
Así que la próxima vez que veas cualquiera de estas obras icónicas, asegúrate de hacerles saber a tus amigos que fueron creadas por un caballero.
Valerie Adams
Valerie Adams, ganadora de dos medallas olímpicas de oro, cuatro veces campeona del mundo y tres veces campeona mundial en pista cubierta, no retrocede ante un desafío.
Adams regresó de una lesión que requirió cirugía para asegurar una medalla de plata en lanzamiento de peso en los Juegos Olímpicos de 2016. Unos meses antes de la competencia, se casó con su novio de la infancia, Gabriel Price, en el Templo de Hamilton, Nueva Zelanda.
“Poco después de la boda, tuve que volver al campo. Llevé a Gabriel conmigo y le dije: ‘Aquí estamos, esta es la luna de miel’”, Adams dijo para The Guardian.
Sobre las próximas Olimpiadas, Adams dijo, “Va a ser un gran desafío, pero todo es posible con un poco de fe. Por supuesto, quiero el oro en Río, pero me gustaría ayudar a inspirar más a las personas, ya sea cambiando su estilo de vida, trabajando arduamente o ganando justamente y viviendo honradamente. Esa es una meta importante para mí”.
Adams ha seguido inspirando a los demás a través de su deporte y fe.
A finales de diciembre de 2016, Valerie Adams fue nombrada con uno de los más grandes honores de Nueva Zelanda, Dama de la Orden de Mérito de Nueva Zelanda.
Sobre su increíble logro, el Élder S. Gifford Nielsen de la Presidencia del Área Pacífico dijo, “Este prestigioso premio que honra a Valerie es bien merecido. No solo es una atleta increíble sino también un gran ejemplo de bondad y amabilidad. Sabe que su misión en la vida es utilizar su talento para influir en muchas personas de una manera muy positiva y este reconocimiento ejemplifica esa búsqueda”.
Poco antes de convertirse en la Dama Valerie Adams, Adams grabó un video para ayudar a promover la campaña de Navidad de la Iglesia de 2016, “Ilumina el mundo”.
“Me encanta Navidad. Me encanta compartir tiempo con mi familia, pasar el rato, comer algo rico como a todos, pero lo que más me gusta es recordar el nacimiento de nuestro Salvador y todo lo que Él hizo por nosotros”, dijo. Al hablar acerca de cómo intenta ser más como Cristo y compartir Su luz, continuó, “Intento dedicar mi tiempo a las personas. Creo que es muy valioso poder dedicar tiempo a las personas”.
Merrill Osmond
Desde programas de televisión hasta Broadway, hasta la cima de las listas de Billboard, la familia Osmond ha dejado su huella en el mundo del entretenimiento constantemente durante más de 50 años y Merrill Osmond no es la excepción.
Merrill Osmond comenzó como el cantante y bajista principal de los Osmond antes de comenzar su carrera en solitario. En las últimas cinco décadas, Osmond llegó al primer lugar en las listas de Billboard cinco veces, recibió dos premios People’s Choice Awards y fue nominado a dos premios Grammy.
Pero la influencia de Osmond va mucho más allá del mundo de la música. Como cofundador de Children’s Miracle Network, que ahora es una de las organizaciones benéficas infantiles más grandes del mundo, él y la organización ayudan a recaudar los fondos necesarios para los hospitales infantiles.
Osmond también sigue muy involucrado en otras obras caritativas y humanitarias. Cuando el huracán Katrina destruyó Nueva Orleans en 2005, dejando 1,245 muertos y causando daños por aproximadamente $ 108 mil millones, Osmond, en ese entonces presidente de la Fundación Morrell, ayudó a brindar asistencia a las víctimas.
Debido a su obra filántropa, Osmond recibió dos títulos como caballero, uno de la Orden Militar Soberana del Templo de Jerusalén y otro por parte del rey de Portugal o la Orden de San Miguel del Ala.
Sobre su título de caballero, Osmond escribió en su sitio web, “Me sentí honrado el día en que el rey de Portugal nombró al gobernador de Utah y a mí como caballeros… es como ser nombrado caballero por la reina. El Papa en el Vaticano aprobó el título como caballero… el rey dijo que nadie puede decir que Merrill Osmond no es un verdadero cristiano… Por favor, deben saber que no estoy presumiendo, solo pensé que les gustaría saber cómo el Señor está ablandando los corazones de las diferentes congregaciones cristianas con respecto a los Santos de los Últimos Días”.
A través de su ejemplo, su música y su trabajo, queda claro que Merrill Osmond continúa compartiendo mensajes edificantes sobre los Santos de los Últimos Días y nuestras creencias.
“Me encanta compartir el Evangelio a través de los medios de comunicación, ya sea a través de la televisión, la radio o las presentaciones en vivo. Me encanta leer las Escrituras y compartir mi testimonio con palabras y canciones. Me encanta viajar por todo el mundo con mis hermanos, hacer charlas fogoneras y hablar acerca de los principios del Evangelio. Una de las razones por las que me encanta realizar presentaciones es para poder invitar a aquellos que buscan felicidad y paz en sus vidas a aprender más de Cristo”, escribe en comeuntochrist.org.
Prince Ata
Como el segundo hijo de su Majestad Real, el Rey Tupou VI, su Alteza Real, el Príncipe Ata de Tonga recibió muchos honores especiales de su nación, entre ellos el de Gran Cruz de Caballero con Collar de la Real Orden de Pouono, Gran Cruz de Caballero de la Orden de la Corona de Tonga, y Gran Cruz de Caballero con Collar de la Orden de la Reina Salote Tupou III.
El Príncipe Ata se convirtió en miembro de la Iglesia en 2015, después de una gran oposición de su familia. En 2014, cuando el Príncipe Ata planeó bautizarse como miembro de la Iglesia, el Rey Tupou VI envió a sus guardias reales a intervenir. Más tarde, su Majestad también envió al primer ministro de Tonga para convencer al Príncipe Ata de que no se uniera a la Iglesia.
Aunque estos eventos retrasaron el bautismo del Príncipe Ata, su testimonio no tambaleó y continuó asistiendo a la Iglesia y aprendiendo sobre el Evangelio. Finalmente, cerca del inicio de 2015, el Príncipe Ata se bautizó como miembro de la Iglesia en Hawái.
Desde entonces, el Príncipe Ata siguió inspirando a muchos con su testimonio de fe y su capacidad para resistir la oposición.
En 2016, el Príncipe Ata viajó a Utah, donde vio importantes sitios de la Iglesia, se reunió con el Élder Neil L. Andersen y visitó la sede de la Iglesia, el Museo de Historia de la Iglesia, la Biblioteca de Historia Familiar y el Almacén Central del Obispo. Además, visitó varios templos y conversó con los nuevos misioneros que se estaban preparando para servir en todo el mundo, en el CCM de Provo.
Bonus:
Aunque no es un caballero oficial, pocos pueden olvidar el momento en que el Presidente Gordon B. Hinckley, en broma pero con amor, nombró como caballero al Presidente Henry B. Eyring después de ser sostenido como consejero de la Primera Presidencia.
Si bien nuestros profetas y apóstoles no reciben premios u honores del mundo, es alentador saber que cada uno de estos hombres es seleccionado por nuestro Padre Celestial para dirigir nuestra Iglesia en la actualidad.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Danielle B. Wagner y fue publicado en ldsliving.com el título “4 Latter-day Saints Who Have Been Knighted”.