Ser como Él: 3 atributos de Cristo que no siempre recordamos

Justo antes de la Conferencia General de octubre, recordé mi tiempo en la misión en el que estaba intentando decidir qué atributo de Cristo, que se menciona en “Predicad Mi Evangelio”, iba a desarrollar.

Cuanto más recordaba mi misión, más me daba cuenta de que, como misionero, había pasado mucho tiempo pensando en desarrollar los atributos de Cristo. Sin embargo, al volver a casa, ese hábito se quedó en el camino.

Por eso, cuando el élder Scott D. Whiting, de los Setenta, habló durante la Conferencia General sobre “Llegar a ser como Él”, supe que su invitación a desarrollar los atributos de Cristo era una de las invitaciones que tenía que aceptar.

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En su discurso, el élder Whiting dijo:

“Quizás descubras que necesitan mayor paciencia, caridad, amor, esperanza, diligencia u obediencia, por nombrar algunos atributos”.

Una nota al pie de página que acompaña esta declaración señala el capítulo de Predicad Mi Evangelio “Cómo desarrollar atributos semejantes a los de Cristo” y dice:

“Las referencias a otros atributos del Salvador se encuentran esparcidas por todas las Escrituras. Algunos ejemplos son Mosíah 3:19; Alma 7:23; Artículos de Fe 1-13″.

Mientras estudiaba estos versículos, encontré y agregué algunos atributos de Cristo a mi lista de cualidades que me esforzaré por desarrollar. Aquí hay solo tres atributos que no siempre recordamos, con una cita que define cada uno de ellos.

1. Mansedumbre

“Take my hand” de Greg Olsen.

“En el mundo contemporáneo se suele malentender la cualidad de la mansedumbre que Cristo posee. La mansedumbre es fuerte, no débil; es activa, no pasiva; es valiente, no tímida; es controlada, no excesiva; es modesta, no engrandecida a sí misma; y es benévola, no jactanciosa.

Una persona mansa no se ofende fácilmente, no es presumida ni dominante y reconoce fácilmente los logros de los demás”. (Élder David A. Bednar, “Mansos y humildes de corazón”)

2. Templanza

“Del mismo modo, un alma templada, una que sea humilde y llena de amor, es también una persona de mayor fortaleza espiritual.

Con mayor fortaleza espiritual, podemos desarrollar el autodominio y vivir con moderación; aprendemos a controlar o moderar el enojo, la vanidad y el orgullo.

Con mayor fortaleza espiritual nos protegemos de los peligrosos, excesos y adicciones destructivas de nuestro mundo actual”.  (Élder Kent D. Watson, “Ser moderados en todas las cosas“)

3. Benevolencia

“Benevolente es una hermosa palabra que no se oye muy a menudo. Su raíz proviene del latín y significa ‘buena voluntad hacia las personas’.

El ser benevolente es ser bondadoso, tener buena intención y ser caritativo.

Muchos de ustedes aprendieron acerca de la benevolencia cuando estuvieron en la Primaria y aprendieron de memoria esta canción:

Bondad mostraré a todo ser;

así se debe actuar.

Es por eso que digo: La bondad

debe por mí empezar”. (Hermana Mary N. Cook, “La bondad debe por mí empezar”)

Según dijo el élder Whiting:

“Tendrán que seleccionar un atributo que se convertirá intensamente en su centro de atención.

Necesitarán comprometerse a realizar un esfuerzo significativo.

Esos atributos no resultarán fáciles ni aparecerán de repente, pero mediante Su gracia llegarán de forma gradual al ir esforzándose”.

La mejor parte de nuestra búsqueda para llegar a ser como Cristo es que no estamos solos. Como dijo el élder Whiting:

“Los atributos de Cristo son dones de un amoroso Padre Celestial para bendecirnos a nosotros y a quienes nos rodean.

Por lo tanto, los esfuerzos para obtener esos atributos requerirán súplicas sinceras para obtener Su ayuda divina.

Si buscamos dones para servir mejor a los demás, Él nos bendecirá en nuestros esfuerzos”.

A medida que nos esforzamos por ser como el Salvador, Él verdaderamente bendecirá nuestros esfuerzos.

Fuente: LDS Living

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