Al salir de la Conferencia General obtenemos diferentes perspectivas de lo que se recomendó o enfatizó.
Durante los primeros tres discursos, sentía que los oradores se habían puesto de acuerdo al elegir un tema distinto, sin embargo sabemos que eso no sucede de esa manera.
Al transcurrir la conferencia, surgieron tres temas diferentes que definitivamente destacaron y que compartiré en distintas categorías.
El poder de escoger
Élder Uchtdorf compartió:
“La esencia del plan de Dios para su felicidad está en la capacidad que tienen de escoger. Obviamente nuestro Padre Celestial, quiere que elijan el gozo eterno con Él y les ayudará a alcanzarlo, pero jamás los obligará a seguirlo. Él permite que escojamos entre luz o tinieblas, bueno o malo, gozo o desdicha, la vida eterna o muerte. Parece una decisión fácil, ¿cierto? Pero en el mundo es algo más complicado de lo que parece”.
Vivimos en una sociedad que vende la idea de que todas las opciones tienen el mismo valor y peso, pero en la introducción del nuevo folleto “Para la Fortaleza de la Juventud” que el élder Uchtdorf estaba presentando, se lee:
“Esta guía les ayudará a edificar una base sólida para tomar decisiones que les permitan permanecer en la senda de los convenios.”
Élder Uchtdorf aclaró:
“No toma las decisiones por ustedes. No les da un “sí” o “no” sobre cada decisión que enfrentarán. “Para la Fortaleza de la Juventud” se centra en el fundamento de sus decisiones, se centra en principios, doctrinas en vez de centrarse en cada conducta específica”.
Sabemos que somos hijos del Señor, pero estamos aprendiendo a elegir una y otra vez seguir en su camino y ser más como Él.
Las prácticas y normas continúan cambiando en los últimos años en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, está claro que a nosotros también se nos pide restablecer el enfoque y claridad de Su evangelio.
Un discipulado verdadero
Según el élder Jeffrey R. Holland, “seguimos a Jesucristo, a todas partes, incluso, si es necesario, a lugares llenos de lágrimas y problemas, donde muchos pueden estar solos”.
Los problemas que enfrentamos no son experiencias aisladas, son algo que la mayoría de las personas atraviesa, es parte de la vida en la Tierra. Parece abrumador, difícil y puede llevarnos a preguntar “¿por qué el Señor permitiría que pasemos por esto?”.
El Señor no nos dijo “existen los hombres para que tengan placer”, Él dijo “existen los hombres para que tengan gozo” (2 Nefi 2:25).
El gozo es más que profundo y duradero, pero también se requiere más de nosotros.
Como dijo el presidente Nelson:
“La recompensa por guardar los convenios con Dios es el poder celestial, un poder que nos fortalece para resistir mejor nuestras pruebas, tentaciones y pesares. Ese poder nos facilita el camino. Quienes viven las leyes mayores de Jesucristo tienen acceso a Su poder, de ese modo, quienes guardan sus convenios tienen derecho a un tipo especial de descanso que les llega por medio de su relación por convenio con Dios”.
Nos volvemos uno con Dios mediante el servicio
El último tema que vi que se repite una y otra vez fue el volver a trabajar con uno de los deberes más básicos con nuestra relación con Dios: el servicio.
El élder Dallin H. Oaks dio inicio a la conferencia con un discurso que describe algunas de las innumerables iniciativas humanitarias que la Iglesia de Jesucristo y las buenas personas de todo el mundo viene realizando.
Además, el élder D. Todd Christofferson, comentó:
“Al esforzarnos por seguir la doctrina del Salvador, quiere hacerse grande entre vosotros, será vuestro siervo…Porque ni aún el Hijo del hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”.
Si anhelas una mayor espiritualidad y no sabes cómo tenerla, haz lo que Cristo hizo durante todo Su ministerio terrenal: servir.
En el mundo se nos incita a enfocarnos en uno mismo, pero Cristo (así como Sus siervos), nos recuerda que demos enfocarnos en los demás y brindar nuestra ayuda cuando lo necesiten.
El servicio también es ser parte de la obra del templo. El nuestro presidente Nelson dijo en sus palabras de clausura:
“Les prometo que aumentar el tiempo que pasan en el templo bendecirá su vida como nada más puede hacerlo”.
Fuente: Meridian Magazine