Durante la Semana de la Educación de BYU (“BYU Education Week”, en inglés), el lunes 19 de agosto, la presidenta general de la Sociedad de Socorro, Camille N. Johnson, junto a la hermana J. Anette Dennis y la hermana Kristin M. Yee, compartieron la sagrada labor que la organización más grande de mujeres en la Iglesia realiza al llevar el alivio de Cristo al mundo.
La presidenta Johnson destacó que, al igual que las primeras miembros de la Sociedad de Socorro se preparaban para el Templo de Nauvoo, las mujeres de la Iglesia hoy en día se preparan para recibir las bendiciones de la Casa del Señor.
Su deseo es que las mujeres sean bendecidas por el poder del sacerdocio al hacer convenios con Dios a través de las ordenanzas.
También advirtió sobre las tácticas de Satanás, comparándolas con las de Korihor, quien ridiculizaba a los creyentes.
Además, afirmó que una relación de convenio con Dios es liberadora, y que estar unidas al Salvador significa compartir nuestras cargas en el camino hacia la exaltación.
Sobre la ministración
En esta parte, la hermana J. Anette Dennis, compartió sobre la ministración y cómo se debe poner en práctica. Además recordó que “ministrar no se trata de cumplir una lista de tareas, sino de relaciones: una relación con Dios y con los demás”.
Además, aconsejó orar para sentir el amor al ministrar a los demás si no lo sentimos al inicio y prometió:
“A medida que practiquemos ministrar como lo haría el Salvador, seremos cambiados para ser más como Él. Ministrar se convertirá en quienes somos, no solo en lo que hacemos. Con el tiempo, ministrar se convertirá en parte de nosotras, y haremos el bien, como lo hizo el Salvador, con o sin una asignación”.
Proporcionando socorro en la Iglesia para mujeres y niños
La iniciativa global de la Iglesia para mujeres y niños es una oportunidad para que las mujeres Santos de los Últimos Días brinden alivio temporal y mejoren la salud y el bienestar de mujeres y niños dentro y fuera de la Iglesia.
Esta iniciativa se enfoca en la nutrición infantil, las inmunizaciones, el cuidado maternal y neonatal, y la educación, con un presupuesto de 55.8 millones de dólares para apoyar a 12 países con alta necesidad.
La hermana Kristin M. Yee destacó que “brindar alivio temporal lleva al deseo de recibir las bendiciones de una relación de convenio con Dios”.
Al actuar como el Salvador, las mujeres pueden llegar a conocerlo mejor, sentir su amor y profundizar su relación con Él.
Además, la Iglesia representa a sus miembros al colaborar con organizaciones expertas en enfrentar grandes desafíos, mientras que el mejor alcance humanitario a menudo ocurre en nuestras propias comunidades.
Finalmente, la presidenta Johnson destacó que participar en la iniciativa global y ministrar son experiencias que acercan a las hermanas al Salvador.
Agradeció a las oyentes por llevar el amor y socorro de Jesucristo al mundo, resaltando que es un momento glorioso para ser mujeres de convenio y miembros de una sociedad que extiende el socorro del Salvador a todos.
Fuente: Church News