Durante el intercambio de los votos matrimoniales uno puede imaginarse mil palabras que expresen el amor incondicional y la devoción que uno le dé a su pareja. Incluso uno podría escribirlas todas para luego leerlas y dedicarlas.
Pero una de las mejores cosas que podríamos decir en nuestro intercambio de votos es ‘estoy comprometido a ti’, pues dentro de un matrimonio es el compromiso puro y sincero lo que se convierte en lo más romántico del mundo.
Durante un episodio del podcast llamado “The Happiness Lab” (El laboratorio de la felicidad, en español), la catedrática de psicología de Yale University, la Dra. Laurie Santos, relató los beneficios del compromiso.
Pero es con la redefinición del acrónimo YOLO que se puede apreciar más profundamente el solemne regalo de poder hacer y guardar convenios con el Señor.
El verdadero significado de YOLO
YOLO, You Only Live Once (Solo se vive una vez), es una frase muy conocida, sin embargo, su verdadero significado se ha tergiversado con el tiempo.
Durante el podcast, la doctora conversó con Mickey Hart, baterista de la banda ‘The Grateful Dead’ quien originalmente creó la frase YOLO a finales de los años 90, pero su intención fue muy distinta al sentido espontáneo, despreocupado o imprudente que las personas le dan.
Para Mickey, YOLO significaba ‘‘lanzarse de lleno a una decisión’’. Para él, esa es la mejor manera en que podemos vivir nuestras vidas, ‘‘solo se vive una vez, así que es mejor que te comprometas con algo’’.
La Dra. Santos explicó que nuestro cerebro nos manda el mensaje de temerle al compromiso. En sus palabras, ella explicó:
“Cuando tenemos que tomar decisiones importantes en la vida, tendemos a parar y pensar en lo que nos perderemos cuando nos comprometamos. A menudo nos preocupa que el hecho de elegir una cosa, sea un cónyuge, una carrera, una profesión o un lugar para vivir, signifique cerrar las puertas a mejores oportunidades para nuestro futuro”.
Ella comenta que nuestro cerebro trata de ayudarnos a pensar en los peligros potenciales, pero la realidad es que hay grandes beneficios al comprometernos con algo, pues, como ella dice, ‘‘el mejor regalo que podemos darnos a nosotros mismos es la alegría del largo plazo’’.
Solo la dedicación y la perseverancia pueden traer el beneficio de la conexión, la intimidad y la alegría; y tal como dijo uno de los invitados en el podcast, ‘‘plantar una semilla en el desierto es el comienzo de un proyecto de forestación’’.
Además, los beneficios del compromiso también se pueden ver a corto plazo. Cuando nos comprometemos a algo, lo que nos parecía imposible desde el exterior se vuelve más sencillo y nuestras identidades internas comienzan a cambiar.
El famoso escritor escocés William H. Murray escribió:
“En el momento en que uno se compromete definitivamente también la Providencia se moviliza. Acude a nuestra ayuda toda serie de cosas que de otra manera nunca hubieran ocurrido.
Una corriente de sucesos fluye de la decisión, haciendo surgir a nuestro favor todo tipo de acontecimientos imprevistos, encuentros y de asistencia material que nadie hubiera imaginado. Cualquier cosa que puedes hacer, o soñar, hazla. La valentía tiene genialidad, poder y magia”.
Además, la doctora utilizó la palabra ‘‘ímpetu’’ durante el podcast en relación a la enseñanza del presidente Russell M. Nelson:
“El ímpetu espiritual positivo nos hará seguir avanzando por entre el temor y la incertidumbre que generan las pandemias, los tsunamis, las erupciones volcánicas y los enfrentamientos armados. El ímpetu espiritual nos puede ayudar a resistir los ataques incesantes e inicuos del adversario.”
¿Podemos ver el maravilloso mensaje esperanzador de todas estas ideas?
El compromiso es poder y provee un ímpetu que nos dirige al gozo y al progreso ahora y durante el camino.
Nuestro compromiso con los convenios
Ahora, como Santos de los Últimos Días y participantes del plan de salvación, el Padre Celestial y Jesucristo nos dan la oportunidad de comprometernos con Ellos mediante los convenios que realizamos fuera y dentro del templo.
Al comprometernos experimentamos un cambio en nuestra identidad y todas las semanas tenemos la oportunidad de comprometernos nuevamente con Cristo mediante la Santa Cena.
Para ello, la investigación de la Dra. Santos recalcó que la perfección en los compromisos no es el punto central, sino cambiarnos a nosotros mismos a través del tiempo.
Además, el presidente Nelson enseñó:
“A medida que nos esforzamos por vivir las leyes mayores de Jesucristo, nuestro corazón y nuestra naturaleza misma comienzan a cambiar”.
Realizar un convenio no es prometer ser perfectos, sino dedicarnos a estar con el Salvador a largo plazo.
El Salvador pide que nos comprometamos a hacer lo que Él nos manda, no a ser perfectos ahora.
Tal como enseñó la Dra. Santos:
“La ciencia muestra que la mejor manera de usar esta preciosa vida, una que realmente viviremos solo una vez, es comprometiéndonos al hecho de comprometerse”.
Como Santos de los Últimos Días, permitámonos comprometernos plenamente con Jesucristo caminando con un propósito a lo largo del sendero del convenio y confiando en Aquel que nos llama a seguirlo.
Fuente: LDS Living