A pocos días de culminar un año, puede resultar inevitable pensar en aquello que no conseguimos.
Metas frustradas, planes que nunca iniciaste o momentos dolorosos que todavía te cuestan superar. Una avalancha de pesares en medio de alegres publicaciones de agradecimiento y logros que se comparten en las redes sociales.
Y aunque como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días creemos que a través de Jesucristo y Su Expiación toda debilidad, herida o error puede ser sanada, sentir y aplicar esta verdad en nuestras propias experiencias puede ser desafiante.
Cristo te busca

El Salvador te está buscando. The Gentle Shepherd, by Youngsung Kim
Para todos aquellos a quienes nos cuesta comprender el poder y alcance del sacrificio de nuestro Salvador, el élder Patrick Kearon, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió recientemente un video sobre el deseo de Jesucristo de llegar a cada uno de nosotros personalmente.
Entre las citas más destacadas del video, inspirado en su discurso “La intención de Dios es llevarlos a casa”, de la conferencia general de abril de 2024, leemos:
“Si eres propenso a preocuparte de que nunca estarás a la altura, o de que el alcance amoroso de la Expiación infinita de Cristo cubre misericordiosamente a todos los demás menos a ti, entonces estás equivocado.
“El hermoso plan de nuestro Padre, incluso Su plan fabuloso, está diseñado para traerte a casa. Dios te busca incansablemente. Él quiere que todos sus hijos elijan regresar a Él, y emplea todas las medidas posibles para traerte de regreso.

El Salvador comprende tu dolor. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
“Nuestro Amoroso Padre supervisó la creación de esta misma Tierra con el propósito expreso de brindarnos a ustedes y a mí la oportunidad de tener las experiencias enriquecedoras y refinadoras de la mortalidad, la oportunidad de usar el albedrío moral que Dios nos dio para elegirlo a Él, aprender y crecer, cometer errores, arrepentirnos, amar a Dios y a nuestro prójimo, y algún día regresar a casa con Él.
“Él envió a Su precioso Hijo Amado a este mundo caído para vivir toda la experiencia humana, para dar un ejemplo que el resto de Sus hijos pudieran seguir, y para expiar y redimir. El gran don expiatorio de Cristo elimina todo obstáculo de muerte física y espiritual que nos separaría de nuestro hogar eterno.
“Infinito significa infinito. Infinito te cubre a ti y a quienes amas.
“El Salvador, el Buen Pastor, va en busca de sus ovejas perdidas hasta encontrarlas. Él no quiere que ninguna perezca”.
La Expiación no tiene excepciones

Jesucristo sufrió en soledad para que tú nunca estés solo. Imagen: Pinterest
Asimismo, a principios de este año, el élder Kearon habló sobre un tema similar a un grupo de misioneros que habían regresado recientemente a Filipinas. Amplió el significado de la palabra infinito en relación con la Expiación de Cristo, y explicó:
“¿Qué significa infinito? Sin fin. Sin límites. Sin fronteras. Sin excepciones.
“Ustedes nos han enseñado esto, pero a veces es difícil aceptarlo cuando pensamos en nosotros mismos. Muchos de ustedes lo han descubierto. Piensan: ‘Ah, sí, pero yo no. Eso no’.
“No, no. Si has tenido ese pensamiento, de que la Expiación infinita no es para mí, no para eso, yo diría: ‘No te corresponde a ti decirlo‘. No es tu juicio.
“Nuestro Padre Celestial envió a Su Hijo para expiar, ayudar, sanar y demostrar el amor puro de nuestro Padre Celestial, Sus dones extraordinarios y Su anhelo de llevarnos a todos a casa”.
Al terminar un nuevo año y recordar las metas que todavía tenemos pendientes por cumplir, procuremos enfocarnos en cómo, mediante la gracias y amor de nuestro Salvador, podemos concretar estos planes. Nadie está exento de Su poder y sanación. En este 2025, invítalo a que sea el centro de tu vida.
Fuente: LDS Living
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